La Fundación BBVA impulsa la excelencia y la innovación en la IX edición de sus Premios Fronteras
Los Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento han reconocido en su IX edición a un grupo de investigadores y creadores culturales que se distinguen por su excelencia. Las contribuciones de los premiados destacan por ser originales y romper las fronteras para adentrarse en nuevas parcelas de conocimiento.
Pioneros, influyentes, revolucionarios… Los adjetivos se agotan, en cada edición, cuando se habla de los galardonados de los Premios Fronteras. Y este año no ha sido una excepción. A los ecólogos Gene E. Likens y Marten Scheffer, en la categoría de Ecología y Biología de la Conservación y a los climatólogos Syukuro Manabe y James Hansen en Cambio Climático, se les ha unido un grupo de investigadores y creadores culturales realmente excepcionales.
David Cox y Bradley Efron, son dos matemáticos británicos, procedentes respectivamente de la Universidad de Oxford y de la de Stanford, que han revolucionado la estadística. David Coz es el creador una poderosa herramienta estadística conocida como “regresión de Cox”, que es capaz de calcular, por ejemplo, la mortalidad de un grupo de personas por una determinada enfermedad. Su técnica se usa en áreas tan diversas como la investigación del cáncer o la epidemiología, entre otras. Por su parte, Bradley Efron inventó un método llamado bootstrap para determinar el margen de error de una medida, dato esencial para la ciencia ya que sin él, el resultado carece de valor.
En Biomedicina han sido galardonados, Emmanuelle Charpentier, Jennifer Doudna y Francisco Martínez Mojica por impulsar, como destaca el jurado en su acta, “la revolución biológica creada por las técnicas CRISPR/Cas 9”. Las herramientas que han desarrollado son capaces de modificar el genoma con una precisión sin precedentes y de forma mucho más sencilla y barata que cualquier otro método anterior. Su tecnología ha traspasado todas las barreras y se está utilizando en laboratorios de todo el mundo.
Por su parte, los investigadores Pedro Alonso y Peter Myler se han hecho con el Premio Fronteras en la categoría de Cooperación al Desarrollo, por su papel fundamental en la lucha contra las enfermedades infecciosas, que afectan a millones de personas en países en desarrollo y causan cientos de miles de muertes, especialmente entre los niños. Los premiados han defendido que, a pesar de los avances, es necesario potenciar la investigación en este campo: “Es una obligación de las sociedades avanzadas como España contribuir a luchar contra estas enfermedades que afectan a los países más pobres. Hay soluciones para ellas, pero sólo si ponemos los recursos necesarios al avance del conocimiento”, explica Pedro Alonso.
Geoffrey Hinton es un investigador en inteligencia artificial que ha conseguido que las máquinas sean capaces de aprender, lo que le ha valido el Premio Fronteras en la categoría de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Este científico, tal y como explica el acta del jurado, ha logrado un hito que, hasta hace poco, parecía de ciencia ficción: “Se ha inspirado en cómo funciona el cerebro humano y en cómo ese conocimiento puede ser aplicado para dotar a las máquinas de la capacidad para desempeñar tareas complejas como lo hacen los humanos”.
En la categoría de Economía, Finanzas y Gestión de Empresas, el galardonado ha sido Daron Acemoglu, catedrático del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), por lograr establecer, con una innovadora combinación de análisis teórico y empírico, el efecto causal de las instituciones sobre el desarrollo económico.
El Premio Fronteras en la categoría de Música Contemporánea ha marcado un hito al premiar, por primera vez en su historia, a una mujer: la compositora rusa Sofía Gubaidulina. El jurado ha alabado su obra por sus “extraordinarias cualidades musicales y humanas”. La larga trayectoria de esta artista, que ella atribuye a un destino ya marcado, se distingue por la espiritualidad y la capacidad transformadora de su obra: “No fui yo quien eligió la música, sino la propia música quien se manifestó en mí”.