Cómo funcionan los planes de pensiones de ciclo de vida
Los planes de pensiones de ciclo de vida ajustan el riesgo de la cartera en que están invertidos a medida que se acerca la fecha de la jubilación. De esta forma, invierten más en activos de bolsa, más arriesgados, cuanto más tiempo queda para el retiro y más en renta fija cuanto más cerca está la jubilación.
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Los activos de renta fija (deuda pública, bonos de empresa) tienen un menor riesgo asociado que los de renta variable (acciones cotizadas en bolsa), que históricamente ha demostrado ser más volátil, pero más rentable a largo plazo.
La renta fija suele ser más estable, pero su potencial de rentabilidad es menor. Normalmente, a mayor riesgo mayores ganancias potenciales. Por ello, los asesores financieros recomiendan asumir más riesgo cuanto mayor es el horizonte temporal de la inversión, porque en caso de pérdidas hay tiempo por delante para recuperarlas.
Reducir el riesgo paulatinamente
Cuando se trata del ahorro para la jubilación, lo recomendable es optar por activos de mayor riesgo en los primeros estadios del ahorro, cuando quedan décadas hasta el retiro, e ir progresivamente reduciendo ese riesgo a medida que se acerca el momento del rescate. Esto se traduce en invertir con mayor peso en renta variable al principio y en renta fija al final.
El objetivo es capitalizar las aportaciones para obtener mayores rendimientos cuando queda mucho tiempo para el rescate, y consolidar al final ese capital, refugiándolo en liquidez o activos sin riesgo.
En el mercado español existen los denominados planes de pensiones de ciclo de vida, que hacen exactamente eso: reequilibran la cartera del plan de mayor a menor riesgo a medida que avanza el tiempo. La ventaja de estos planes es que no es el ahorrador el que hace ese reequilibrio, sino los gestores del fondo de pensiones en que se integra ese plan.
La oferta de planes de ciclo de vida comprende productos pensados para cada momento de la jubilación. Así, en la actualidad se pueden encontrar, por ejemplo, planes 2025, 2030 o 2040. Es decir, pensados para personas que se jubilarán en algunas de esas fechas. Obviamente, al quedar menos tiempo hasta la jubilación, el plan 2025 será más conservador que el 2040, que será más arriesgado y tendrá, por tanto, más renta variable en cartera que los otros dos. A medida que avancen los años, estos tres planes irán reequilibrado su cartera para dar mayor peso a la renta fija.