Fondos indexados frente a acciones: ¿por cuál decantarse?
La mayoría de personas que se acerca por primera vez al mercado de renta variable, lo hace para invertir en bolsa a través de la compra de acciones. El problema en la mayoría de casos es que la preparación no siempre es la ideal en este primer contacto con el mercado y, por lo tanto, es fácil cometer errores ‘de novato’.
Según un estudio de Mark Kritzman, presidente y director ejecutivo de Windham Capital Management, que recoge el New York Times, a la mayoría de ahorradores les iría bastante mejor si se limitasen a invertir en fondos indexados. En realidad, la investigación mide todos los costes de un fondo de inversión que apuesta sólo por determinados títulos o sectores, frente a otro que replica un índice de referencia. Es decir, también tiene en cuenta elementos como las comisiones que pueden cobrar cada uno y su fiscalidad.
Lo que el estudio viene a demostrar es que a largo plazo e incluso dentro de un mismo año, la inversión en fondos indexados, que básicamente tratan de replicar el comportamiento de un índice sin hacer grandes operaciones ni cambios, ofrece mayores beneficios frente a una mayor actividad en la compra por parte del gestor de un fondo en concreto. Salvando las diferencias, lo mismo se puede decir del inversor particular que gestiona de forma demasiado activa su cartera y apuesta por uno u otro sector tecnológico.
Básicamente, si una persona que dedica todo su tiempo a construir una cartera de acciones difícilmente puede superar la rentabilidad media de su índice (suponiendo que sólo invierta en acciones del mismo), más difícil será que lo consiga alguien que sólo se dedica a ello ‘a tiempo parcial’. Evidentemente hay excepciones ‘y muchas’ ya que nadie que pierda constantemente se mantiene en el mercado. Lo que sí es cierto es que los fondos indexados son una opción relativamente sencilla de acceder al mercado para el inversor novato, sobre todo si además basa buena parte de sus decisiones en el análisis técnico.
Otra forma alternativa de replicar el comportamiento de un índice, y que además permite una gestión más activa y flexible, son los ETF o fondos cotizados. Se trata de fondos de inversión que se gestionan como una acción, es decir, que se pueden vender y comprar en cualquier momento. Además, sus comisiones son más reducidas que las de los fondos de inversión tradicionales.
En cualquier caso, lo que el estudio pone de manifiesto es que hay que tener cuidado con la selección de activos que se hace y que muchas veces es mejor apostar por la media del mercado, que según diversas investigaciones es de un beneficio del 10%. También debe servir de lección para no caer en uno de los errores más comunes cuando se empieza a invertir: sobreoperar. Está bien ser activo, pero también hay que tener paciencia en el mercado.
La ventaja estadística de los replicar un índice no quiere decir que sólo haya que apostar por este tipo de inversiones. Uno de los pilares de una buena gestión financiera es la diversificación, así depósitos, cuentas remuneradas y otros activos deben formar parte de nuestra cartera. E incluso se puede invertir en acciones concretas, conociendo, eso sí, los riesgos que esto implica frente a opciones más simples.