Financiar pensando en el futuro
La creciente importancia de las finanzas sostenibles en la agenda global, como uno de los elementos fundamentales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas y el Acuerdo de París sobre el cambio climático. Este fue el contenido del debate del segundo panel del BBVA Sustainable Finance Forum, que reunió en Madrid a empresarios, inversores y representantes institucionales.
Antonio Ballabriga, director global de Negocio Responsable de BBVA, fue el encargado de moderar este panel. Ballabriga destacó el momento de inflexión que se está produciendo en el proceso de conexión entre la sostenibilidad y el impacto financiero que conlleva. Y puso en valor el creciente papel de la industria bancaria en este proceso.
En primer lugar, afirmó, por su condición de financiador de la transición hacia una economía baja en carbono. Pero también, insistió, mediante la integración progresiva de las cuestiones medioambientales en los modelos de riesgo y, muy importante igualmente, la implicación de todos los 'stakeholders' para contribuir de forma colectiva a alcanzar un mayor impacto en la sostenibilidad. “El futuro de la banca es financiar pensando en el futuro”, aseveró Ballabriga.
Liderazgo y ejemplo
Simone Dettling, Banking Team Lead de United Nations Environment Programme-Finance Initiative (UNEP-FI), destacó el reto y la oportunidad que para la industria financiera global supone el impulso de una economía sostenible. Un proceso para el que hay que avanzar de manera veloz, dijo, pero que supone también un objetivo a largo plazo”. “Estamos en un 'sprint' y en un maratón al mismo tiempo”, afirmó de manera muy gráfica.
“El futuro de la banca es financiar pensando en el futuro”
En su intervención, Dettling expuso la necesidad de “definir un camino claro” para avanzar en el reto común de la lucha contra el cambio climático. Y pidió un mayor grado de conocimiento y de liderazgo de todos los intervinientes en el camino hacia la sostenibilidad, tanto de la industria financiera como de los líderes globales. “Cuanto más liderazgo veamos, más podemos hacer”, afirmó.
En este sentido, defendió que la respuesta a la crisis financiera es la sostenibilidad. Y puso a BBVA como “un fantástico ejemplo de banco que se ha reinventado a sí mismo y que está cambiando su cultura para adaptarse a los nuevos escenarios”.
De izquierda a derecha, asistieron al BBVA Sustainable Finance Forum: Carlos Torres Vila, Soraya Sáenz de Santamaría y Francisco González.
La importancia de los bancos
José Manuel Marqués, director de Innovación Financiera del Banco de España, comentó la importancia de impulsar este tipo de encuentros para visualizar la relevancia que tienen las finanzas sostenibles y el papel crucial del sector financiero en el reto de la lucha contra el cambio climático. “Sin su involucración es imposible que se pueda acometer el objetivo que tenemos por delante”, aseveró.
En este sentido, incidió en que “el riesgo climático que afrontan las entidades debe formar parte de su gestión de riesgos”. Y llamó a los bancos a avanzar en otra serie de iniciativas para favorecer la sostenibilidad, como la creación de productos financieros que permitan a sus clientes minoristas y pymes gestionar su riesgo climático y contribuir a su lucha. Por ejemplo, con la comercialización de hipotecas verdes.
Marqués destacó la importancia que supone que “las entidades bancarias tengan una estrategia clara y definida y una visión de hacia dónde quieren ir”, a sabiendas de que la transición hacia una economía sostenible “es complicada y no se puede hacer de un día para otro”.
Reconoció que “desde el mundo de los bancos centrales se pueden hacer muchas cosas” para impulsar la sostenibilidad. Entre las primeras, tomar iniciativas en el área de medición del riesgo climático o la revisión de la gestión de reservas y de colaterales aplicando, igualmente, criterios de riesgo climático.
Diálogo cercano
Wim Mijs, CEO de la European Banking Federation (EBF), cerró el panel dedicado a las finanzas sostenibles y la agenda global. En su intervención, afirmó que los bancos “están repensando su papel en la sociedad” a partir de un “sentido de urgencia y oportunidad para crear una nueva banca, que necesitará de la colaboración entre el sector público y privado para alcanzar los objetivos globales de la sostenibilidad”.
A este respecto, destacó la necesidad de adaptar la actividad regulatoria a la velocidad que requiere el proceso de transición hacia una economía sostenible. Y llamó a un diálogo más profundo y cercano entre bancos centrales, reguladores y la industria financiera sobre cómo medir los riesgos climáticos.
El representante de la EBF mostró su preocupación por el hecho de que algunos bancos todavía no hayan abierto los ojos al reto de la sostenibilidad. Y advirtió: “Debemos establecer nuestros objetivos a 30 años y comenzar a correr en tres años”.