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Banca móvil Act. 07 jun 2018

¿El fin del dinero en efectivo?

El dinero en metálico es el medio de pago más usado en el mundo, aunque en la era digital el 'smartphone' aspira a ser nuestra cartera.

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“El efectivo es caro, sucio, poco fiable y no da ingresos públicos”. Con esta rotundidad el responsable de medios de pago del BBVA Mehmet Sezgin defendía el sistema de pagos móviles Wallet en esta entrevista el pasado mes de julio. Un año antes Francisco González, presidente de BBVA, declaraba en el Financial Times: “Los bancos que no estén preparados para nuevos competidores como Google, Facebook o Amazon se enfrentan a una muerte segura”.

Europa parece decantarse por el fin del dinero en efectivo: Dinamarca ha lanzado un plan -propuesta electoral-, para acabar con el dinero físico en muchas de las operaciones que hacen habitualmente los ciudadanos. El país nórdico aspira  a acabar con el dinero de plástico en tiendas de ropa, gasolineras o restaurantes.  Con 5,6 millones de habitantes, Dinamarca dice que dejará de acuñar moneda en 2016. Uno de cada tres habitantes utiliza ya MobilePay, la aplicación que pertenece a DanksBank y que permite  transferir dinero de forma digital a otros teléfonos o cuentas.

En esta carrera por conseguir una sociedad sin efectivo también está trabajando de forma intensa Suecia que, según The Royal Institute of Technology de Estocolmo, está cerca de ser una sociedad donde los pagos se efectuarán exclusivamente mediante sistemas de pago virtuales y predice que esta situación será una realidad en 2030.

Alemania tampoco se quiere quedar rezagada. Uno de sus sabios económicos, Peter Bofinger, no tenía reparos en calificar al dinero físico como “anacrónico” en esta entrevista en el diario Spiegel. “Los billetes y monedas en euros son obsoletos y solo reducen la influencia de los bancos centrales. El gobierno federal debería abolir el uso de dinero en efectivo. Teniendo en cuenta las posibilidades técnicas de hoy en día, los billetes y monedas son un anacronismo".

Bofinger daba un paso más: “Si nos deshacemos del dinero,  el mercado negro y el mercado de las drogas acabaría. Y también sería más fácil para los bancos centrales hacer cumplir sus políticas monetarias”. Ideas que comparten el ex secretario del Tesoro de Estados Unidos Larry Summers o el economista Kenneth Rogoffque que apunta al dinero en metálico como el principal causante de la evasión de impuestos.

La entrada de los móviles en los sistemas de pago

Los móviles son la herramienta para acabar con billetes y monedas como explica Mehmet Sezgin en El País:  “Vamos hacia una sociedad sin dinero en efectivo. Queremos movernos desde las monedas a las tarjetas, y de las tarjetas a la denominada 'cashless society' [sociedad sin calderilla]. No es una evolución fácil, pero creemos que una de las mejores formas de llevar a cabo esa transformación son los teléfonos móviles. Un 'smartphone' es básicamente un ordenador y, por tanto, cada uno de nuestros clientes tiene un ordenador en su bolsillo. Los teléfonos son la mejor forma para digitalizar, no solo el efectivo, sino también las tarjetas. Como ocurre con la tecnología chip, de nuevo los bancos europeos han tomado la iniciativa. Mastercard y Visa ya han dicho que en 2020 todos los TPV [terminal punto de venta] tendrán servicios de contactless. Eso significa que podrás pagar con tu teléfono y no será necesario usar el dinero de plástico nunca más”.

Un 'smartphone' es básicamente un ordenador y, por tanto, cada uno de nuestros clientes tiene un ordenador en su bolsillo

Siguiendo con esta idea, el informe Los Medios de Pago, una paisaje en movimiento, elaborado por el Centro del Sector Financiero de PwC e IE Business School califica a los móviles de “depredadores”: “Desde que empezaron a popularizarse en la década de los 90, los dispositivos móviles han actuado como depredadores digitales, ya que han sustituido en mayor o menor medida a cámaras fotográficas, ordenadores, libros, periódicos, reproductores de música, radios, televisiones, relojes, juegos de mesa o calculadoras, y es posible que acaben haciendo lo mismo con el dinero”.

Y remacha: “Los nuevos medios de pago sustituirán poco a poco a los convencionales y llegará un momento en que casi todas las operaciones se realizarán online, sobre todo a través de los dispositivos móviles. El smartphoneserá la cartera. Reemplazará al ordenador en las compras online y acabará con las tarjetas físicas para las operaciones en las tiendas. Es un cambio radical e inevitable, similar al que representó la aparición de las tarjetas, pero se realizará de forma más paulatina. En parte, porque los nuevos medios de pago adolecen de dispersión, información insuficiente, escasos incentivos de uso y falta de liderazgo de los agentes”.

Un camino lento y largo pues: “El dinero en efectivo es, de largo, el medio de pago más usado en el mundo. Según estimaciones aproximadas, el 85% de las transacciones y el 60% del valor de las mismas se realizan con dinero contante y sonante”.

Para acabar con esta supremacía el estudio señala: “Los wallets o monederos móviles son una de las opciones de medios de pago con mayor proyección, por su facilidad de uso y su adaptación al ecosistema de los teléfonos móviles inteligentes. Hay quien piensa que en un futuro no muy lejano la gente podrá salir de casa sin cartera; solo con el móvil.”

Un objetivo que parecen perseguir sin descanso tanto los gobiernos como los bancos en los últimos años.