Factores a tener en cuenta antes de invertir en bolsa
Cuando pensamos en invertir una parte de nuestro capital es normal que nos planteemos si hay que ser un experto en la materia o es necesario movilizar una gran cantidad de dinero. En este caso, lo realmente importante es estar bien informado, actuar con prudencia y, sobre todo, realizar algunos pasos previos que nos ayuden a tomar las decisiones correctas.
Es cierto que cualquiera que tenga la inquietud de obtener mayores rendimientos de su capital, puede invertir en bolsa, pero hay que ser prudente, sobre todo si está empezando. Las nuevas tecnologías permiten poner el dinero en circulación de una manera muy fácil y hay que tener un buen control sobre las finanzas para evitar comprar o vender por impulso. Por eso, conviene analizar la situación de cada uno y los objetivos que se quieren conseguir, antes de empezar a operar en bolsa.
Hacer cuentas
Lo primero que debe tenerse en cuenta es el presupuesto con el que se cuenta. Todos los expertos coinciden en que debe ser una cantidad que no necesitemos al momento, ya que el dinero va a estar en circulación durante un tiempo y siempre existe el peligro de que la cantidad quede reducida o incluso que la perdamos. Por lo tanto, hay que hacer un presupuesto realista en el que tengamos en cuenta los ingresos y gastos del día a día, las posibles deudas que haya que saldar y una partida extra para imprevistos. A partir de ahí, podremos apartar una cantidad ajustada y que no nos afecte en nuestras finanzas a corto plazo, para empezar a invertir.
Conocerse
Es fundamental saber el perfil que tiene cada uno. En los extremos se encuentran los inversores activos que dedican muchas horas a analizar el mercado y no tienen una gran aversión al riesgo y los inversores pasivos, más conservadores, que buscan operaciones con una probabilidad baja de obtener rentabilidad negativa. Entre medias, hay inversores moderados que buscan un crecimiento estable y dinámicos, más enfocados a las ganancias. Es necesario analizar la situación de cada uno y los objetivos que se quieran conseguir para establecer qué tipo de inversor se quiere ser, ya que es lo que marcará la estrategia a seguir.
Estar bien informado
La tecnología se ha aliado a favor de las personas que quieren manejar su propia cartera de inversiones. Hay muchas aplicaciones que informan de la situación del mercado al momento y plataformas de trading, que facilitan la compra o la venta de instrumentos financieros cotizados en bolsa. Sin embargo, a pesar de todas estas facilidades, conviene pedir asesoramiento de un profesional y formarse previamente antes de lanzarse. Al fin y al cabo, la responsabilidad final de lo que ocurra va a ser siempre del inversor, por lo que cuanto más preparado se esté, mejores decisiones se tomarán.
Invertir a largo plazo y diversificar
Los mercados son volátiles y varían diariamente por causas que muchas veces se nos escapan. Para mantenerse bien enfocado y no perder de vista los objetivos, lo más conveniente es invertir a largo plazo, donde suele haber más subidas que bajadas. Si nos dejamos llevar por la oportunidad, las modas, la avaricia o el miedo, es probable que acabemos perdiendo de vista nuestra estrategia y perdiendo dinero. Además, hay que diversificar para disminuir el riesgo de perderlo todo a una sola carta y operar con diversos productos para no perjudicar al conjunto de nuestra cartera si alguno baja.
De esta forma, ya estaremos mejor preparados para afrontar la aventura de invertir en bolsa con garantías, aunque nunca hay que dejar de informarse para tomar siempre las mejores decisiones.