La evolución de los diferentes modelos de banca móvil
Según K. Sudhir, entender por qué los actuales modelos de banca móvil han surgido en unos lugares del mundo y no en otros, se convierte en fundamental si queremos ser capaces de prever la evolución futura del sector.
K. Sudhir ostenta la Cátedra James L. Frank de Empresa Privada y Gestión de la Escuela de Administración de Yale, y lleva tiempo investigando la industria global de la banca móvil. Desde su punto de vista, las diferencias entre las leyes, los mercados y los consumidores de unos países y otros generará una gran variedad de modelos de negocio en el sector de la banca móvil.
Estado, monopolio y competencia en Asia y África
En su entrevista para la web de la Cheung Kong Graduate School of Business cita el caso paradigmático de Japón, un país en el que los pagos móviles se popularizaron en 2003, una década antes que en Estados Unidos. La razón fundamental de ello fue que el cuasi-monopolio de la operadora de telecomunicaciones DOCOMO: cuando Sony desarrolló un chip de identificación 'contactless' llamado FeliCa, el dominio de DOCOMO hizo posible que, en poco tiempo, la mayor parte de los terminales del mercado contaran con esta tecnología, convirtiéndolo en un estándar de facto.
En Singapur, ocurrieron las cosas de manera algo distinta; en 2006-2007 el país contaba con dos grandes proveedores de pagos móviles, que funcionaban paralelamente: uno de ellos ponía el foco sobre el pago en tiendas, y el otro sobre el pago en sistemas de transporte. La implantación de un estándar unificador no llegó de mano de un monopolio del mercado, sino regulatorio: el propio Estado obligó a ambas plataformas a adoptar una tecnología común.
Al contrario que en estos dos países, en Kenia apenas existían alternativas de pago: la gente no tenía apenas acceso a la banca. De este modo, el principal proveedor de telefonía del país, Safaricom, vio la oportunidad de lanzar un sistema de pagos móviles basado en SMS que facilitara el envío de remesas a las zonas rurales: M-Pesa. La distribución poblacional del país ayudó a crear en poco tiempo numerosos comercios que actuaban como proveedores de Safaricom, lo que ayudó a una rápida adaptación por parte de los usuarios, y a una altísima penetración de la tecnología de pago móvil entre el conjunto de la población.
En la vecina Tanzania, sin embargo, los conflictos derivados de la existencia de tres o cuatro proveedores de telecomunicaciones distintos, y una estructura menos urbanizada que la de Kenia hicieron imposible el éxito del modelo M-Pesa.
Por otra parte, Sudhir señala la existencia en varios países de estos continentes (China, india, Nigeria, etc.) de una regulación que sitúa a los bancos, y no a las operadoras, en el centro del sector de los pagos móviles, lo que forzosamente generará modelos de negocio distintos.
El futuro de la banca móvil
Para Sudhir, hay que distinguir entre banca móvil y pagos móviles: en este último ámbito se están dando un gran número de innovaciones, la mayor parte de ellas fuera del sector bancario. "Pero en los países donde la regulación les está ayudando –recuerda– los bancos siguen manteniendo un control significativo porque a los minoristas no se les permite entrar".
Señala que en futuro veremos crecer el número de bancos estrictamente móviles como Soon o Bluebird, pero que quizá el futuro de la banca tradicional esté más en el 'modelo UPS': contar con oficinas propias, pero enviar al personal allí donde esté el cliente.
Esto contrasta con la tendencia que se dio en EEUU hace sólo media década: gran cantidad de entidades bancarias ampliaron su número de sucursales porque estimaron que mejorar la atención cara al consumidor generaría lealtad por su parte y les haría ganar cuota de mercado.
El papel de 'Bitcoin'
Sudhir se posiciona también sobre el futuro papel del 'Bitcoin': "Piensa en todas las personas que están involucradas (en el sistema bancario): la banca comercial, la banca financiera, intermediarios como Visa o Paypal... y todo necesitan obtener su parte de cada transacción: eso es extraordinariamente caro. Pero si pudieras usar una moneda alternativa que, sencillamente, permitiera ‘pasar’ de todos esos actores, la gente lo encontraría útil. ¿Reemplazará (el 'Bitcoin') totalmente al sistema, entonces? No creo que los gobiernos vayan a renunciar a su control sobre la impresión del dinero".