¿Cómo se está aplicando ya el internet de las cosas?
Bares, tiendas de ropa o edificios de oficina; son algunos de los lugares cotidianos donde ya se puede estar utilizando el internet de las cosas. La comunicación entre máquinas a través de sensores se generaliza.
Con la respuesta a la pregunta “¿qué tiene que ver internet de las cosas con la tortilla de patatas?” se puede entender la esencia del IoT. Un grupo de trabajadores, cansados de no saber cuándo su bar favorito tenía lista la tortilla de patatas, diseñó un mecanismo para conocer exactamente el momento en que esta salía de cocinas: cada vez que el camarero colocaba la tortilla en el plato, entraban en juego sensores de peso y presión y un circuito de Arduino que se comunican con Twitter. El resultado es que @depatatabot tuitea cuando la tortilla está lista y cuando se termina.
Entre los creadores de este proyecto estaba Juan Alonso, CTO y responsable de innovación de Liquid Squad (antigua Tecnilógica), que participó en la charla ‘IoT: tendencias, un poco de teoría y mucha práctica’ celebrada en Campus Madrid. Según Alonso, su creación entraría dentro de lo que se considera IoT, ya que “es un objeto que se comunica con los humanos, en este caso a través de Twitter, anunciando que está pasando algo”.
Alonso se propone desmitificar ciertas afirmaciones sobre el internet de las cosas. En primer lugar, rechaza la definición tradicional de IoT y crea una propia: “Cosas que se comunican con personas (o con otras cosas)”. Muchas veces se piensa en IoT como comunicación “machine to machine”, pero según Alonso no se trata de eso, sino de un intercambio en el que “en algún momento tiene que aparecer el elemento humano que actúe de acuerdo con esos datos”. Además, al contrario de lo que podría deducirse de su denominación, los dispositivos no tienen que comunicarse necesariamente a través de internet, sino que existen otros sistemas como ‘bluetooth’ o radiofrecuencia.
Las aplicaciones de IoT son ya una realidad en muchos sectores. Alonso destaca su uso en el control medioambiental, donde se utiliza para almacenar datos y, posteriormente, mostrarlos en gráficos. También en la gestión de infraestructuras, donde tiene un importante papel no solo como mecanismo de control, sino para monitorizar el estado y prever las necesidades. El internet de las cosas aporta un mayor rendimiento y ahorro en la agricultura y en la gestión energética. Otros usos de esta tecnología se están desarrollando en la industria, la medicina y la salud, los edificios inteligentes y el transporte.
Su uso más revolucionario está relacionado con los bienes de consumo, entendidos según Alonso como “cualquier cosa conectada que podamos comprar”. Para este experto, es un campo actualmente muy determinado por la publicidad y el marketing, pero “existe cada vez más una necesidad real”. Hay una infinidad de elementos cotidianos que forman parte del IoT, pero sobre todo destacan los relativos a la seguridad –como cerraduras inteligentes o sistemas de video–, a la salud –como las básculas conectadas y los ‘fitbit’–, al seguimiento de pertenencias y a los electrodomésticos.
David Rose, investigador del MIT, habla de objetos encantados cuando hace referencia al internet de las cosas. Su opinión es que estos objetos deben acortar el espacio entre el mundo físico y el mundo digital. Para ello, toma objetos cotidianos y los dota de nuevas capacidades que podrían considerarse “mágicas”. Es el caso, por ejemplo, de un paraguas que se ilumina cuando la persona va a salir de casa para indicar que va a llover y que es necesario cogerlo o una cartera que cambia su grosor dependiendo del dinero que se tenga en ese momento en la cuenta del banco. “La idea es que el objeto proporcione una información que se pueda interpretar de un solo vistazo y de manera muy rápida”, apunta Alonso.
Inditex e IoT: los probadores inteligentes
2016 fue el año en el que Inditex comenzó su gran revolución tecnológica con la implantación un nuevo departamento hasta ese momento inexistente en la empresa: el área de innovación. Este departamento se encuentra cerca del área tecnológica, pero se diferencian en que su misión es “tener una visión bastante más estratégica: en vez de desarrollar tecnológicamente las soluciones que nos piden, las cuestionamos. Este proceso lleva un poco más de tiempo, pero da sus frutos”, expone David Alayón, responsable de Proyectos de Innovación de Inditex. Además, explica que la función de esta área se basa en “proponer diferentes soluciones que optimicen procesos, incrementen las ventas o mejoren la experiencia del cliente”.
Entre sus proyectos más destacados de IoT se puede encontrar un sistema de comunicación mediante ultrasonidos, una iniciativa con las Google Glass, el uso de la tecnología LiFi, el escaparatismo con control remoto o el geoposicionamiento en logística. Su filosofía, como apunta Alejandro Ferrer, Director de Innovación de Inditex, consiste en probar tecnologías que aparecen en el mercado para saber si pueden adecuarse a las necesidades de Inditex.
Sin embargo, el proyecto que supone una gran disrupción para la compañía y al que dedican una mayor implicación son los probadores interactivos. Este sistema ya está implantado en 19 tiendas y funciona gracias a la tecnología de radiofrecuencia RFID, que se basa en la implantación de un chip en las alarmas que permite identificar la prenda desde que se encuentra en el almacén hasta el momento de su venta.
Estos probadores inteligentes son capaces de detectar mediante esta tecnología la ocupación del probador, las prendas que posee el cliente en ese momento y, además, si el cliente solicita otra prenda o talla a través de la pantalla. Esta información se refleja en una pantalla controlada por el responsable de los probadores y ayuda a facilitar drásticamente el trabajo de los profesionales.