¿Qué cabe esperar de la administración Trump en materia de regulación financiera?
La llegada de Trump al poder ha supuesto un cambio de tono en el discurso de regulación financiera. María Abascal, de BBVA Research, explica en este vídeo cuáles son sus prioridades en esta materia, qué cuestiones se plantea revisar y cuál es el impacto que podría tener la nueva posición de Estados Unidos en los foros internacionales.
Las prioridades del nuevo presidente de EE.UU. son claras: crecimiento y ciudadanos americanos. Es su política de ‘América primero’, y con este objetivo en mente ha encargado al Tesoro revisar todo el esquema y marco institucional de la reforma regulatoria.
De esta manera, el informe del Tesoro americano, recientemente publicado, contiene más de 100 recomendaciones con el objetivo de cumplir una serie de principios aprobados por el propio presidente. En general se busca ganar eficiencia y eficacia en la regulación y apoyar el crecimiento económico y la competitividad de las empresas americanas.
Áreas afectadas por la revisión
El Tesoro recomienda mantener los pilares de la reforma regulatoria que emana del propio G20, pero pone en revisión un número elevado de elementos. Por un lado, plantea la simplificación de la regla Volcker, la recalibración de ratios de apalancamiento y ratios de liquidez, así como aligerar toda la carga en torno a los procesos de ‘stress test’ y favorecer de alguna forma el tratamiento a la banca extranjera.
Las modificaciones de muchas de estas cuestiones van a requerir simplemente un cambio regulatorio, mientras que las cuestiones estructurales sí que necesitarán un trámite parlamentario con apoyo político, algo complicado en estos momentos dada la situación política de EE.UU.
En todo caso, frente a la posición que el presidente Trump mostró en campaña, partidaria de eliminar las leyes clave de la reforma regulatoria de EE.UU. (la Ley Dodd-Frank, la Ley Volcker...), ahora se plantea una recalibración en lugar de la supresión de dichas leyes.
Posición de EE.UU. en foros internacionales
Precisamente, el impacto que dicha revisión del marco regulatorio de EE.UU. tenga en los acuerdos internacionales es una de las grandes incógnitas. El Tesoro pide explícitamente finalizar Basilea III y, por tanto, acogerse a dichos acuerdos. Sin embargo se plantea la duda de si las otras partes van a estar dispuestas a pactar con un socio, que pone en revisión elementos importantes de la reforma, como el ratio de liquidez de largo plazo o la revisión fundamental de las carteras de negociación.
En todo caso, la nueva Administración Trump está pidiendo abrir una discusión en torno al funcionamiento, transparencia y rendición de cuentas de este tipo de foros internacionales.
¿Cómo va a afectar a los bancos europeos?
Las autoridades europeas tienen que seguir muy de cerca el desarrollo de la revisión del esquema de regulación en EE.UU. para, en su caso, reaccionar. Ya en el pasado, la Comisión Europea realizó un ejercicio con ciertas similitudes para ver el impacto acumulado de la reforma y qué puntos no estaban funcionando.
En todo caso, la revisión que lleva a cabo EE.UU. en este momento es positiva siempre que se eliminen solapes y efectos indeseados de la reforma, y se mantengan y preserven aquellos elementos que nos protejan frente a nuevas crisis.