España, segundo país europeo con el nivel de natalidad más bajo
España entró en el grupo de economías de fecundidad muy baja en 1975 y desde entonces, aunque con pequeñas mejoras, el bajo índice de natalidad ha sido la tónica general. El nuevo número de Esenciales, el documento de la Fundación BBVA y el Ivie, revisa la situación actual de la natalidad en España, que presenta el segundo nivel de fecundidad más bajo en la Unión Europea, sólo por detrás de Malta. Los datos son muy clarificadores: si en 1975 las mujeres españolas tenían de media 2,8 hijos, en 2017 la media se situó en 1,3 hijos.
El documento advierte del impacto que tiene la ralentización del crecimiento de la población en términos sociales y económicos. Los datos que aporta este número de Esenciales ponen en tela de juicio el reemplazo generacional y la sostenibilidad del Estado de Bienestar en España.
Ahora bien, el escenario europeo no es mucho mejor. Todos los países europeos sin excepción, desde los que presentan las tasas de fecundidad más altas como Francia y Suecia (1,9 hijos y 1,78 hijos respectivamente) hasta los que tienen las más bajas como Malta (1,26) y España (1,3 hijos) se enfrentan al problema de la insostenibilidad demográfica.
En España, para garantizar la estabilidad de la población se necesita un nivel de reemplazo generacional de 2,1 hijos por mujer. El análisis por provincias de la situación demográfica española revela que ninguna de ellas, a excepción de Melilla (2,4), está cerca de los 2,1 hijos de media necesaria para garantizar la continuidad de la población. Las provincias que más se acercan a esta cifra son Ceuta (1,7), Almería (1,6), Murcia (1,5) y Girona (1,5); mientras que las que más se alejan del umbral del 2,1 son Ourense (0,92), Tenerife (0,96) y Las Palmas (0,99).
Asimismo, los siguientes indicadores reflejan el envejecimiento poblacional. La tasa bruta de natalidad o TBN (que mide el número de nacimientos por cada mil habitantes) ha caído en el 90% de las provincias españolas entre 2000 y 2017. El 10% restante representa a Lugo, Álava, Huesca, Orense y Palencia, las cinco provincias donde el número de nacimientos ha aumentado por cada mil habitantes. Otro dato representativo es que en 2018 el número de defunciones superó al de nacimientos en casi todo el país, concretamente en 42 de las 52 provincias españolas.
Causas del envejecimiento poblacional
El desplome de la natalidad y la fecundidad en España está estrechamente relacionado con el aplazamiento de la maternidad. Las mujeres tienen menos hijos y a mayor edad. Esta realidad denominada como el ‘síndrome de retraso’ de las sociedades desarrolladas encuentra sus causas en el aumento del nivel educativo de la mujer y su consecuente incorporación al mercado laboral.
En efecto, los datos revelan que la correlación entre el nivel educativo de las mujeres y el número medio de hijos es positiva. Cuanto mayor es el nivel educativo, menor es la media de hijos: si para las féminas con estudios de educación secundaria la media se sitúa en 1,5 hijos, para las mujeres con estudios superiores es de 0,9 hijos. El factor de la edad también indica que el nivel de estudios está fuertemente relacionado con la maternidad tardía: un 40% de las mujeres con estudios superiores tienen hijos entre los 30 y 34 años. Un porcentaje que se disminuye hasta el 16,3 puntos porcentuales cuando se trata del grupo de mujeres en el mismo tramo de edad pero con un nivel de estudios inferior, lo que significa que estas comienzan a tener hijos a una edad más temprana.
Ante este escenario que dibujan los datos demográficos en España, este documento de la Fundación BBVA e Ivie alienta a las autoridades españolas y europeas a tomar medidas concretas para garantizar el bienestar de la población y el relevo generacional. Unas políticas que apuntan a políticas de conciliación laboral y familiar, más allá de las económicas y monetarias.