Consejos para ahorrar en la declaración de la renta del próximo año en España
El año 2023 está a punto de acabar, pero todavía hay margen para hacer ajustes y conseguir ahorrar en la declaración de la renta de este ejercicio, que se presentará en 2024. Las opciones son variadas y poner en marcha algunas puede marcar la diferencia a la hora de conseguir deducciones interesantes.
Más de 22 millones de contribuyentes, según datos gubernamentales, presentaron su declaración de la renta en España este año. Sin embargo, muchos de ellos decidieron enviar directamente el borrador, una práctica que puede conllevar la pérdida de alguna de las 270 deducciones estatales y autonómicas que existen y que, en el caso de las autonómicas, no se contemplan en dicho documento.
Por este motivo, es imprescindible analizar la situación fiscal personal para hacer los ajustes pertinentes con antelación. “Antes de que acabe el año, en el caso de que hayamos tenido más de un pagador, hay que revisar las retenciones que nos están practicando y comprobar que se estén teniendo en cuenta todos los ingresos que hemos tenido en el año”, explica Enrique García, fundador y CEO de TaxDown, colaborador social de la Agencia Tributaria que ha llegado a un acuerdo con BBVA para ayudar a los nuevos clientes con la declaración de la renta.
Existen deducciones para emprendedores, personas con discapacidad, familias, profesionales que ejercen en el extranjero… Por lo tanto, una vez realizadas las comprobaciones necesarias, conviene decidir qué rebajas pueden aplicarse para ahorrar al máximo. Estas son algunas de ellas.
Retribución flexible
Hay empresas que ofrecen a sus empleados la posibilidad de contar con una retribución en especie lo que les permitirá pagar menos IRPF. “Se puede ahorrar bastante dinero”, afirma Enrique García. “Al final, los gastos en transporte o comidas, relacionados con nuestro trabajo, son deducibles y pueden suponer una cantidad muy importante”.
El funcionamiento, tal y como explica BBVA Asset Management, es sencillo. La empresa ofrece a sus empleados una serie de bienes y servicios a elegir voluntariamente como parte de su retribución. Su coste se incluye en nómina y se descuenta de los ingresos, por lo que la base imponible del IRPF del trabajador será menor. Conviene tener en cuenta que se puede asignar hasta el 30 % del salario bruto anual a diferentes productos o servicios cotidianos y que el ahorro varía en función del salario y de la cantidad mensual destinada a estos fines.
Vender o alquilar la vivienda
Las personas que tengan 65 años o más y vendan su vivienda habitual, no tienen ninguna obligación fiscal con Hacienda. “Es una opción que puede ser interesante para personas que lo estén considerando cuando llegan a su edad de jubilación”, dice Enrique García. A pesar de esta exención, siempre hay que incluir los datos de la venta al hacer la declaración, ya que hay un incremento del patrimonio.
Los contribuyentes que vendan la residencia habitual en la que han vivido, al menos, tres años seguidos, para comprar otra vivienda con el mismo fin, tienen también deducciones interesantes, aunque dentro de un plazo. “Es importante que hagamos la reinversión de ese dinero durante el año -el plazo máximo para reinvertir la vivienda es de dos años- para no tener que pagar por la ganancia patrimonial de la vivienda”, afirma García. “Si tenemos la casa en alquiler a terceros, hay un beneficio muy grande en que la usen como vivienda habitual, ya que podemos deducir hasta un 60 % de los ingresos que se obtengan”.
A la hora de reformar la vivienda para hacerla más sostenible, también hay ayudas. “Las mejoras en cuestiones de eficiencia energética son interesantes”, explica Adrián Flores, consultor fiscal de EconomiTax. “La deducción va desde un 20 % hasta incluso un 60 % de la inversión”. Para beneficiarse de esta rebaja es necesario cumplir algunos requisitos. “Hay que hacer el pago de la obra por transferencia o tener certificado de eficiencia energético, uno previo y otro posterior a la reforma”, dice este especialista. “Así se acredita que la mejora se ha llevado a cabo”.
Donaciones y cuotas
Las donaciones son un tipo de ahorro habitual en la declaración de la renta. “Hay un grupo de ONG que están consideradas por la Agencia Tributaria”, explica Enrique García. “Lo que es interesante es que, por ejemplo, sobre los primeros 150 euros nos podemos deducir hasta un 80 %. Eso quiere decir que, de 150 euros, solo 30 los estamos pagando nosotros y 120 los está aportando el Estado”.
En el caso de las donaciones recurrentes, “podríamos deducir un 40 o un 35 %, casi la mitad de la aportación que estamos haciendo”, cuenta este experto. Para obtener estos beneficios, la ONG tiene que ser una asociación de utilidad pública y cumplir los requisitos de la Ley 49/2002. Si la entidad no entra en dicha normativa, la deducción será del 20 % de lo donado con un límite de 600 €.
Existen otro tipo de contribuciones, menos conocidas, que también conllevan ventajas fiscales. “Hay deducciones por aportaciones a sindicatos y por donaciones a partidos políticos”, cuenta Adrián Flores. En el caso de los partidos políticos, la cantidad a deducir es fija: un 20% con un límite de 600 €. Respecto a los sindicatos, las aportaciones pueden suponer entre el 20 y el 30 % de ahorro en la declaración de renta.
Los gastos de las familias
Las familias cuentan con multitud de deducciones interesantes por lo que conviene mantenerse informados y aplicarlas correctamente. “Al tener ayudas a nivel estatal y autonómico, a lo mejor, nos aplicamos la estatal, creemos que ya hemos logrado todo el beneficio y nos hemos perdido la autonómica”, advierte Enrique García. “Hay muchas ayudas relacionadas con la escolarización, el pago de la guardería e incluso, del colegio, vestuario, clases de idiomas, materiales…”. A estas rebajas, se suma también la deducción por maternidad de 1.200 euros, que puede cobrarse de forma anticipada.
Planes de pensiones y otros productos financieros
El ahorro fiscal por tener un plan de pensiones es otra opción clásica, aunque ha ido reduciéndose a lo largo del tiempo. “La cantidad a deducir en los planes individuales es de 1.500 euros anuales, da igual que lo hagamos en un pago único o mensual”, explica Adrián Flores. Sin embargo, los planes de pensiones de empleo tienen otras condiciones. “Ahí podemos aumentar hasta 8.500 euros más. Es decir, nos iríamos a una reducción de 10.000 euros”, afirma este especialista.
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A la hora de recuperar el capital, hay que tener en cuenta varios factores. “Según nuestro rendimiento, nos puede interesar más o menos rescatar ese plan de pensiones de una sola vez, capitalizarlo de golpe o, a lo mejor, hacerlo a través de una renta”, expone Flores. “A nivel fiscal, esta segunda opción suele ser más interesante”.
Otro vehículo financiero de ahorro fiscal sería el fondo de inversión. “Si, por ejemplo, nosotros tenemos una posición dentro de un fondo tecnológico y luego, esa misma posición la traspasamos a un fondo inmobiliario, en ese movimiento no tenemos que pagar impuestos. Eso se llama plusvalía latente”, cuenta este experto. “En el futuro, cuando decidamos cerrar la posición porque queremos comprar una casa, disfrutar de un año sabático o algo por el estilo, tendremos que pagarlo, pero lo habremos pospuesto y no habremos restado capital a la segunda inversión”.
Por último, apoyar el emprendimiento también tiene recompensa fiscal. “Las aportaciones que hagamos a empresas de nueva creación pueden venir muy bien”, cuenta Adrián Flores. “Existen deducciones, si se cumplen ciertos requisitos, cuando se entra a formar parte del capital de una empresa”. En concreto, dicha deducción puede ser de un 30 % de la cantidad invertida con un límite de 60.000 € anuales.