Embajadores BBVA: Niria García, el fuego que no se apaga
Cuando era niña, Niria soñaba con formar parte del cuerpo de bomberos. Cuando tuvo edad para intentarlo, le dijeron que no podría. Sin embargo, siguió adelante con su vocación. Hoy recuerda con una sonrisa a quienes no creyeron en ella.
Lo primero que hace es explicarnos que es bombero y no bombera. “Las bomberas son la máquinas de emergencias que bombean el agua”, comenta entre risas. “Y, además, voluntaria”. Niria García —BBVA en México— puede no tener el aspecto que uno imagina a quienes se dedican a apagar fuegos, pero lo hace con el mismo empuje que cualquier otro.
Ya cuando era solo una niña quería ser bombero, en su Guadalajara (Jalisco) natal. “Me trepaba a los camiones y decía: Yo soy bombero. Nunca pensé que se haría realidad ese sueño”.
Tuvo que esperar a mudarse a vivir a Hermosillo (Sonora) en 2005 para que se presentara la ocasión. “Quería hacer algo por la comunidad. Cerca de donde vivía empezaron a construir una estación de bomberos, pregunté qué se necesitaba para serlo y me dijeron que, sobre todo, la vocación de ser voluntario porque no tiene ninguna retribución”.
Niria se apuntó al curso de preparación, pero pocos confiaban en su capacidad para lograrlo. “Al verme tan chiquita me decían que no tenía madera, que no iba a servir. Pero yo me dije que iba a poner todo mi empeño y lo iba a lograr. Aprobé todos los exámenes, los teóricos y los prácticos y obtuve mi título de bombero de línea”.
Niria García con su equipo
Demostrar con hechos
Sin embargo, no bastó con haber completado el curso. Todavía le quedaba por probar que su interés era real. “En los primeros meses no te dejan salir a los servicios. Tienes que demostrar que de verdad quieres hacerlo, que tienes la responsabilidad, las ganas y la entereza de querer hacerlo”. Se ríe al recordar su primera intervención. “Fue un enjambre de abejas. Yo iba como si fuera el servicio más grande que hubiese en Hermosillo”. Por desgracia, no siempre ha sido así. “Me han tocado muchos incidentes en los que han fallecido personas”, afirma.
Su voluntariado como bombera consiste en dedicar al menos diez horas un día a la semana u ocho y recuperar las otras dos en fin de semana. “Yo voy los martes de 20.30 a 5.00 horas. Después de trabajar, recojo a mis hijos, hago las tareas con ellos, los acuesto, los dejo con la muchacha que los cuida y me voy a la guardia. A las 5.00 voy a mi casa, me baño, levanto a mis hijos, los llevo a la escuela y me voy al trabajo”. Aun así, asegura ser capaz de aguantar ese ritmo. “Dos días no se me hace pesado, porque mi cuerpo ya está acostumbrado. Aunque no solo hay que dar lo mejor de una misma en la guardia, aquí en el trabajo también tengo que hacerlo”.
El equipo es fundamental, y hoy en día las tecnologías nos permiten hacer equipos a larga distancia"
Para Niria, la clave para mantener la ilusión es querer ayudar. Siempre hay que dar un plus en todo. ¿Qué puedes hacer para tu entorno? Sea laboral o en la familia o en el voluntariado”.
Y ella lo hace. Aparte de sus guardias, “un domingo al mes me toca participar con juegos didácticos para que los niños aprendan prevención. En el mes de julio hacemos un curso de verano para niños los sábados”.
Si tiene alguna queja, es la falta de tiempo. “Hay que repartirlo un poco, porque mis hijos son muy importantes. Necesito más horas para hacer muchas cosas. Yo creo que si el día tuviera 36 horas no me daría tiempo y si tuviese 48, haría más cosas”, dice entre carcajadas otra vez.
Perfil
Nombre: Niria García
Puesto: Jurídico Hipotecario Regional -BBVA Bancomer-
Función: Ser parte de una cadena con la mira a cerrar con broche de oro
Hobby: El baile y los deportes
Sueño: Hacer un viaje con toda mi familia
La importancia del equipo
Niria es consciente de que, de forma individual, es imposible hacer todo lo que hace. “Tanto en bomberos como en el banco, el equipo es fundamental. Yo en el trabajo, estoy sola en el estado de Sonora. Pero tengo mis compañeros que están en diferentes estados y te apoyas en ellos. Hoy en día, las tecnologías nos permiten hacer equipos a larga distancia. El equipo no necesita estar cerca físicamente”.
Asegura haber tenido mucha suerte. Pero también, haber puesto mucho de su parte. “He tenido la oportunidad de hacer muchas cosas. Aunque también la oportunidad te la das tú mismo, porque hay mucha gente que dice que no tiene tiempo, pero el interés tiene patas y pies, les digo. El que quiere, puede”.
Niria ha demostrado que el esfuerzo y la confianza en las propias posibilidades son un fuego que no se apaga.