Embajadores BBVA: Álvaro Maldonado, mucho más que nadar
Álvaro Maldonado está dispuesto a lanzarse al mar el año que viene y recorrer 28 kilómetros a nado. No lo va a hacer por él, sino por Nico, el hijo de una compañera. Ella ni siquiera sabe que lo va a hacer, se enterará al leer estas líneas y ver el vídeo que las acompaña.
Desde el principio, Álvaro nada por otros. “Quería pasar más tiempo con mi padre, así que, durante una época en la que los horarios nos lo permitían, decidí acompañarlo cuando él iba a la piscina y así poder hacer algo juntos”. Después ha nadado por diferentes causas y por amistad con los compañeros de su club. El próximo septiembre está dispuesto a pasar más de siete horas dando brazadas y, una vez más, lo hará por otras personas.
La idea surgió hace un tiempo, cuando una compañera del Banco le contó que su hijo padecía una rara enfermedad: distrofia muscular de Duchenne, que es la más grave de esta familia de dolencias. “Cuando me lo dijo, pensé que quizá podía recaudar fondos para apoyar la investigación”, explica. Luego invita a todos los empleados del Grupo a colaborar. “Un par de meses antes de la prueba publicaré el proyecto en una plataforma para que todos puedan aportar lo que quieran”. También promete difundirlo en su perfil de Google+ y en alguna de las comunidades de BBVA.
Su deseo de ayudar es tan fuerte, que cuando le preguntamos qué es lo que más le gusta de la natación de travesía, no habla –como harían otros deportistas- de la superación de sus propios límites, ni mucho menos de ganar una competición, su respuesta es: “Saber que estoy haciendo algo por otras personas”.
Trajes de tres tallas
La natación de travesía es una de las pruebas deportivas más exigentes que existen. “Lo más duro es la soledad. En otros deportes, cuando sientes que flaqueas, siempre hay alguien que te anima, pero en el mar estás solo. Y cuando se acumula el cansancio, te pican las medusas y el frío del agua te agarrota los músculos, solo puedes apoyarte en tu propia fuerza mental”.
Algo que a él le sobra. “Soy muy cabezota”, dice entre risas. Pero reconoce que esa fuerza psicológica le permite llegar más lejos que la física. “Hay personas que son mucho mejores nadadores que yo, pero no tienen esa resistencia mental y no han sido capaces de terminar pruebas que yo sí he completado”.
"Un par de meses antes de la prueba publicaré el proyecto en una plataforma para que todos puedan aportar lo que quieran
Pero la preparación física es, obviamente, fundamental. Hasta el punto de que Álvaro asegura tener trajes de tres tallas diferentes para ir a trabajar en diferentes épocas del año. “Cuando el agua está muy fría, no podemos entrenar”. Durante esos meses, prepara maratones. “Para nadar en agua fría, viene bien tener un poco de grasa”, afirma medio en broma, “pero cuando entreno para correr, pierdo mucho peso, quince kilos o más”.
Perfil
Nombre: Álvaro Maldonado
Puesto: Infrastructures Purchasing - Finanzas BBVA
Función: Gestionar las compras de bienes y servicios necesarios en las mejores condiciones, manteniendo los niveles de servicio acordados y las mejores prácticas en términos de RSC.
Hobby: Natación
Sueño: Una cura para enfermedades como la Distrofia Muscular de Duchenne o la ELA, y en especial, conseguir que el día de mañana Nico pueda tener una vida normal.
Más que un ingeniero
La fortaleza mental de la que hace gala en las pruebas deportivas, le sirve también para su trabajo diario en BBVA. “Cuando afrontas proyectos como los que tenemos aquí en el Banco, también necesitas tener la preparación y la visión a largo plazo”.
Álvaro ha aprendido a trasladar a su trabajo diario en el Grupo su experiencia en otros ámbitos. Es ingeniero industrial y su carrera no estaba orientada a trabajar en una entidad financiera. “Todavía a veces echo de menos ponerme el casco y estar en una obra”, asegura. Pero reconoce haber tenido la suerte de poder aplicar los conocimientos adquiridos en la carrera universitaria en una gran empresa. “Ahora veo los proyectos desde el lado del cliente y entiendo mucho mejor a los proveedores, porque yo también estuve allí”.
El próximo mes de septiembre, cuando se lance al agua o cuando flaqueen las fuerzas, Álvaro sentirá el apoyo de todos sus compañeros en BBVA. Y seguro que, con esa ayuda, lo conseguirá.