¿Cómo elegir una ciudad para vivir?
¿Cómo elegir una ciudad en la que vivir? Si piensas mudarte en búsqueda de mejores oportunidades económicas y laborales de una ciudad a otra existen una serie de factores que debes tener en cuenta. No se trata sólo de un irse a un lugar en el que hay una tasa de paro inferior, sino de un cambio en el que en los aspectos materiales estemos mejor.
Es cierto que al mudarse existen otra serie de aspectos (emocionales, de vida social, etc) que no son materiales, pero vamos a aproximarnos a esto desde el punto de vista estrictamente de finanzas personales y laboral:
- Tasa de desempleo: si nos estamos yendo a otra ciudad, lo mejor es que la tasa de desempleo sea lo más baja posible, porque será más fácil cambiar de empresa o encontrar clientes si somos autónomos.
- Coste de vida: la relación entre salarios y precios es bastante importante. Si vamos a vivir peor tal vez no merezca la pena. Si en un trabajo nos pagan X en una ciudad grande y cara y en otro nos pagan X en una ciudad pequeña y barata, el segundo nos debería dejar una mayor proporción de nuestro sueldo libre.
- Distancia de la familia: si queremos seguir viendo a nuestra familia, cuanto más fácil sea desplazarse de un país a otro más barato será hacer el viaje y más podremos hacerlo. Cuidado, a veces los viajes no se miden en kilómetros, sino en horas de vuelos. No es lo mismo poder tomar un vuelo directo a casa que tener que tomar dos y potencialmente perder todo el día haciendo escala.
- Diversidad industrial: si existen múltiples industrias es más probable que la ciudad sobreviva a malos tiempos económicos y con ello nuestras finanzas. Por ejemplo en EE.UU, Nueva York con muchas industrias (finanzas, editorial, software, televisión…) ha sobrevivido mucho mejor a la crisis que Detroit con una (automoción). Tener múltiples industrias es una especie de “seguro de vida” para una ciudad.
Por supuesto existen muchos otros factores que no hemos considerado, pero estos son los principales factores económicos que han de ser considerados. Entre los no económicos una cultura afín, un estilo de vida que nos guste, actividades que sean de nuestro interés (museos, senderismo, conciertos, playa…) nos pueden ayudar, aunque no financieramente hablando.