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Tecnología 17 feb 2020

El viaje cuántico de BBVA: así se prepara para la era de los ‘qubits’

En poco tiempo, la computación cuántica ha dado un importante salto: desde los laboratorios de I+D hasta las salas de reuniones de grandes empresas. En el caso de BBVA, su viaje en torno a esta disciplina comenzó hace casi dos años y ya cuenta con un equipo especializado en su desarrollo, áreas de negocio involucradas, acuerdos estratégicos y varias líneas de investigación abiertas.

QUIBUTS

Los últimos avances en computación cuántica han acelerado el interés del mundo empresarial por entender dónde terminan las promesas y empiezan los resultados reales de aplicar esta tecnología en el negocio. Una de las compañías que está liderando la investigación en este campo es IBM, que reunió la semana pasada a los responsables tecnológicos (o CTOs) de distintas empresas españolas, entre ellas BBVA, para abordar los pasos que deben tomar si quieren aprovechar los frutos de esta tecnología en pleno desarrollo.

Según explicó Elena Yndurain, del equipo de consultoría para empresas de IBM Q, desde el punto de vista científico ya hay cimientos sólidos que demuestran la ventaja de esta tecnología sobre la computación clásica para determinados casos de uso en varias industrias. No obstante, el reto está ahora, por un lado, en afianzar el funcionamiento de la tecnología, entre otras cosas, para lograr que los qubits –unidades mínimas sobre las que se basa este nuevo paradigma de computación–, mantengan sus peculiares propiedades físicas durante el máximo tiempo posible de manera que los ordenadores permitan abordar problemas cada vez más complejos.

Y por otro, en facilitar que sus ventajas comerciales sean realmente accesibles para el mundo empresarial cuanto antes. La experta señaló que entre 2023 y 2025 será cuando los beneficios de la computación cuántica empiecen a ser tangibles para las compañías a nivel comercial. En este sentido, Yndurain definió cuatro pasos necesarios para prepararse ante la “llegada de la era cuántica”: en primer lugar, aprender de la tecnología; en segundo, planificar la estrategia de adopción desde dentro de la organización, lo cual implica prever “la repercusión que tendrá en los distintos procesos” y la cadena de valor del negocio, así como su posible implicación en áreas como la regulación y la adquisición de talento. En tercer lugar, las empresas deben “tener acceso a la tecnología” –a través de las distintas plataformas en la nube que hay en el mercado– y, finalmente, deben comenzar a realizar pruebas con los distintos casos de uso que puedan aplicarse en cada sector.

Los pasos que ha seguido BBVA

En el caso de BBVA, el ‘viaje cuántico’ de la compañía empezó a mediados de 2018, cuando se comenzaron las labores de investigación siguiendo los mismos pasos que han guiado la exploración de otras tecnologías y ciencias avanzadas dentro del banco, según explicó Carlos Kuchkovsky, responsable de Tecnología e Investigación y Desarrollo de Nuevos Negocios Digitales (NDB) en BBVA.

"Ya estamos explorando cómo estas tecnologías contribuyen a las prioridades estratégicas del banco"

Así, según el responsable, la primera etapa fue la de “descubrimiento”, a través de la cual los expertos del banco analizaron durante tres meses si el potencial impacto de esta tecnología podría tener efectos en el sector en los próximos cinco años. “En este caso vimos que sí, que la computación cuántica podría impactar en la banca antes de este horizonte y dimos el paso a la siguiente fase, de exploración”, explica Kuchkovsky. En este segundo ciclo se realizó un análisis exhaustivo del estado de arte de la tecnología, se identificaron los actores más relevantes del panorama internacional (incluyendo organismos e instituciones tanto públicas como privadas) y se estudiaron las posibles aplicaciones en distintos ámbitos de la banca.

El siguiente paso fue la creación del BBVA Quantum Hub, un grupo de trabajo multidisciplinar y autónomo compuesto por distintos expertos especializados en tecnologías cuánticas que opera siguiendo el mismo modelo que BBVA emplea para la investigación en otras áreas tecnológicas y científicas. Este equipo ha permitido consolidar el talento interno en torno a esta tecnología, tanto en términos de conocimiento como de capacidades, según explicó Kuchkovsky. “Se trata de un equipo de investigación y desarrollo que en nuestro caso se ubica dentro de una unidad de negocio”.

Una vez constituido el equipo, se comenzó a trabajar con distintas áreas de negocio –como Banca Corporativa y de Inversión y BBVA Asset Management–, para entender qué necesidades tenían y cómo podrían ser abordadas por estas tecnologías. “A partir de este trabajo creamos una lista de más de 10 potenciales problemas concretos y reales en los que podríamos empezar a trabajar aplicando tecnología existente y en un plazo de tiempo razonable, siempre en línea con los objetivos estratégicos de cada unidad de negocio y del grupo”, añadió. Dentro de esta lista, el equipo está trabajando ya en casos como la optimización de cálculos financieros para la gestión de carteras de inversión, o la mejora de procesos estadísticos habituales en la banca como las simulaciones de Montecarlo, en los que los beneficios de la mayor capacidad de computación que ofrece esta tecnología son más evidentes.

Aprender, explorar y colaborar

En este punto, también se comenzaron a explorar las primeras alianzas con el ecosistema externo de investigación y BBVA estableció un acuerdo de colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para crear un equipo de investigación conjunto dedicado a explorar una serie de aplicaciones de esta tecnología en las finanzas.

Todo este trabajo ha permitido poner en marcha distintas pruebas de concepto (PoCs) con varias áreas de negocio que ahora están dando sus primeros resultados y han permitido demostrar la validez de varias hipótesis. Ahora, el BBVA Quantum Hub se encuentra inmerso en sus siguientes desafíos: expandir la red de colaboradores en el ecosistema internacional de computación cuántica y avanzar en la lista de casos  identificados y definir, a través del trabajo conjunto con otras áreas del banco, nuevos casos de uso con un gran impacto potencial.

“Al mismo tiempo, ya estamos explorando cómo estas tecnologías contribuyen a las prioridades estratégicas del banco: en concreto, cómo nos pueden ayudar a mejorar la salud financiera de los clientes y ayudarles en su transición a un futuro más sostenible”, añadió el experto de BBVA.