El TTIP: qué es y cómo beneficiará a empresas exportadoras
El comercio mundial se ha enfriado en un entorno de crecimiento económico moderado y de incertidumbre en las economías emergentes, precisamente las impulsoras de su dinamismo antes de la crisis de 2007-2009. Pero lo que también se frena en la última década es el impulso liberalizador previo. Barreras comerciales - arancelarias y no arancelarias - han dejado de caer, o incluso aumentan en algunas economías clave y ello va en detrimento del bienestar de la sociedad: del beneficio de las empresas y de la mejora de la disponibilidad en cantidades y precios de bienes y servicios para los consumidores.
En este entorno es muy positivo que EE.UU. y la UE persigan mejorar el entorno regulatorio para favorecer sus intercambios económicos, negociando desde julio de 2013 la firma de un tratado de libre comercio, la Asociación Trasatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP).
Que este mismo mes de octubre se haya cerrado la undécima ronda de negociaciones y que no haya un calendario definido para el cierre de un acuerdo refleja la complejidad del proceso, pero también la ambición del objetivo: favorecer aún más el comercio de bienes y servicios y los flujos de inversión entre las dos áreas económicas que unen tamaño y renta per cápita elevada.
Los flujos de exportaciones e importaciones de bienes y servicios y el stock acumulado de inversión directa ya representan para EE.UU. cerca del 50% de su PIB y para la UE más del 70%, pero caben ganancias adicionales para ambos dada la complementariedad de su estructura de exportaciones e importaciones. Este contexto de aumento del flujo de exportaciones e importaciones es particularmente beneficioso para las empresas que comercian con el exterior.
El TTIP tiene como meta eliminar las barreras comerciales entre EE.UU. y la Unión Europea (suprimir aranceles, normativa innecesaria, restricciones a la inversión, etc.) y simplificar así la compraventa de bienes y servicios. Impulsará, por tanto, las exportaciones de grandes y pequeñas empresas europeas y norteamericanas.
¿Cómo? Esencialmente, borrando las barreras de entrada a sus productos a uno y otro lado del Atlántico. El TTIP les beneficiará mediante la eliminación de aranceles y de barreras no arancelarias, aumentará la seguridad jurídica y las vías de acceso a nuevos mercados, reducirá aduanas y facilitará el intercambio comercial.
Estrategia económica
Cabe esperar que el acuerdo tenga un relevante componente estratégico para la economía española, y que las empresas españolas sean de las más favorecidas por el TTIP. Actualmente la mayor parte de nuestras exportaciones se concentran en la UE (67%). Esta alta dependencia de un número reducido de países hace que nuestro sector exterior esté muy expuesto a la coyuntura de la zona euro.
Las exportaciones a Estados Unidos son aún pequeñas en comparación al tamaño del mercado potencial que supone y representan tan solo el 4,4%. Un estudio del Instituto de Estudios Económicos (IEE) calcula que, en el escenario más ambicioso, el TTIP generará un crecimiento del 32% en las exportaciones españolas a EEUU,