El timo de los "billetes tintados"
Con la crisis estamos experimentando un aumento de la picaresca pero también de los fraudes y engaños. Algunos delitos como el Skimming deben ser atajados desde la tecnología y la acción de las entidades financieras junto a algunas medidas de seguridad personal pero otros dependen mayormente de nuestro sentido común.
Puede sorprendernos que la gente siga cayendo ante los engaños clásicos pero estos métodos están estudiados para que algunos incautos caigan sin remedio y se reinventan continuamente para lograrlo.
En esta ocasión hablamos del timo de los “billetes tintados” y algunas derivaciones que están dándose en la actualidad. También es llamado el “timo del nigeriano” pues los delincuentes que seleccionan este tipo de engaño suelen ser africanos, aunque realmente cualquiera puede intentar engañarnos.
Como su propio nombre indica el objeto principal del engaño se encuentra en unos billetes tintados de negro. De estos papeles negros pueden decirse varias cosas pero la principal es que es una tecnología capaz de clonar billetes de curso legal.¿En qué consiste el timo de los billetes tintados?
Imaginemos el caso para entenderlo mejor: Nos citamos en un hotel de lujo con unos empresarios que quieren comprarnos unos terrenos. Es gente que viste de manera elegante, viste ropa de marca y usa vehículos de lujo por lo que en principio nada indica que quieren engañarnos. Además, parece que su interés principal es hacer negocios con nosotros (de ahí que los empresarios sean su principal objetivo).
En la habitación y tras hablar de negocios nos explican un método caro pero infalible con el cual clonar billetes reales y por el que pueden mantener su alto nivel de vida. Nosotros empezamos a desconfiar al parecernos que aquello es imposible pero entonces se proponen a enseñarnos cómo funciona. Accedemos al no tener nada que perder.
Los timadores, generalmente dos, comienzan a sacar aparatos, productos químicos y un maletín que sitúan encima de la mesa. Se ponen unos guantes y sacan una bolsa de plástico tras lo cual nos piden un billete para que veamos cómo lo clonan delante de nuestros ojos. Sacamos un billete de 20 euros avisando que se lo devolvamos intacto y nos dicen que no solo nos van a dar este billete sino dos más. Se ponen una mascarilla y unas gafas para luego invitarnos a hacer lo mismo.
En la bolsa plástica introducen nuestro billete y dos papeles negros que nos dicen son una superficie especial donde se clonará el billete. Ahora llenan la bolsa con un líquido y la agitan tras lo que deberemos esperar un poco. Finalmente vemos maravillados como los billetes negros se convierten en dos billetes reales, idénticos al que hemos introducido.
Los timadores nos los regalan y nos instan incluso a que los llevemos a un banco para que veamos que son detectados como reales. Lo hacemos y efectivamente es cierto por lo que nos interesamos en contar con esa tecnología. Nos piden una suma de dinero importante, que puede ir desde los 2.000€ hasta los 200.000€ según la cantidad de “calcos” que queramos. Ahora, tras intentar repetir el proceso de clonado descubrimos aterrorizados cómo el método no funciona y los delincuentes han desaparecido.
¿Qué ha pasado?
Hemos caído en un timo por nuestra avaricia y por ignorar la sabia frase que dice “nadie vende duros a cuatro pesetas”. Nuestros ojos no nos han engañado, realmente hemos visto dos papeles negros convertirse en billetes.
Los timadores acuden a la cita con dos maletines, uno con un billete verdadero tintado con yodo por cada diez falsos aproximadamente y otro completamente lleno de cartulinas negras o en su defecto dinero falsificado tintado.
Lo que hemos visto son tres billetes reales en una bolsa de plástico con una solución acuosa que limpia la tintura de yodo. Simplemente han limpiado dos billetes falsos mediante una gran parafernalia y nos los han regalado. Luego hemos comprado un maletín lleno de cartulinas. Así de simple.
¿Existen variaciones?
Este timo, como otros muchos, son reinventados para asegurar su efectividad. En algunos casos nos intentarán decir que son importantes empresarios que han huido de un país en guerra y han conseguido esconder sus ahorros tintándolos pero que la tecnología para devolverlos a su estado natural es cara y apenas pueden costear los productos necesarios para hacerlo al tener todo el dinero tintado.
En este caso nos harán la demostración y podemos pagarles los productos químicos a cambio de una importante suma de dinero, que por supuesto no llegará nunca o si lo hace estará tintado y será falso o de un valor al cambio muy inferior al que nos dijeron.
Partiendo de aquí la fantasía de cada delincuente puede intentar encontrar la forma de engañarnos pero tenemos que tener muy presente que no existe la clonación química de billetes y menos con las medidas de seguridad presentes en el Euro. De cualquier manera comprobad los números de serie y veréis que la clonación no es tal, aunque para esto seguramente tengan alguna respuesta ingeniosa que darnos.
Otra fórmula consiste en proponernos un método de sacar dinero del país sin declarar. Nos dicen que ellos lo han hecho en muchas ocasiones con este método de tintado y pueden ayudarnos para lo cual nos venden los productos y nos tintan el dinero. Podemos pagar al final si no nos fiamos.
Muy sorprendidos tocamos nuestro dinero tintado y lo notamos con un tacto de cartulina por lo que dudamos que sea real. Entonces cogen un billete y le quitan la tinta comprobando que vuelve su textura natural. En este caso tenían un billete real entre dos hojas de papel higiénico tintado de negro que al introducirse en la solución se ha deshecho dejando a la vista el billete real con su tacto original.
Al final, por supuesto, se quedan con el dinero que hemos pagado por los productos y con el resto, dándonos a cambio un maletín lleno de cartulinas cuya realidad descubriremos en otro país.