Transtornos del sabor
Son varios los estudios que sitúan en un 17 % el porcentaje de la población que padece alteraciones del sabor de manera permanente: hasta un 15 % de forma parcial y, un 2 %, de manera total.
Las alteraciones del sabor atienden a varias tipologías (según si el origen del trastorno está en el gusto, en las papilas gustativas, o en el olfato, en el sistema nasal), así como a diversos orígenes (desde infecciones respiratorias, pólipos, traumatismos craneoencefálicos hasta el uso de fármacos, déficits vitamínicos o recibir quimioterapia), pero todos tienen algo en común:
son afecciones pocos conocidas tanto para la comunidad científica como para la población general.
Por un lado, en lo que se refiere a su diagnóstico y tratamiento, los expertos apuntan a que la mayoría de personas que las padecen no han sido vistos o tratados por una persona especializada en estas alteraciones. O, al menos, tardan varios meses en encontrar un diagnóstico fiable.
Por el otro, la falta de conciencia social provoca en aquellos que la sufren un sentimiento de aislamiento, desorientación e incomprensión que les afecta en su relación con los demás
«El problema principal de los trastornos del sabor es que no hay una conciencia social sobre lo incapacitantes que son y cómo alteran totalmente la calidad de vida de los que padecen estas alteraciones».
Doctor Jesús Porta, Jefe de Sección de Neurología del Hospital Clínico San Carlos