El propósito de la cultura corporativa
Cuando hace unos años BBVA decidió definir su propósito, uno de los objetivos que se pretendía era buscar la forma de implantar una cultura homogénea en la organización. Diferentes nacionalidades y generaciones conviven en las grandes empresas globales, por lo que la tarea no es sencilla. Los jóvenes de hoy son más exigentes en la búsqueda de trabajo y están más atentos que nunca a los valores que las compañías proyectan. Las empresas por su parte, también tienen en cuenta si un candidato se ajusta a esos valores corporativos en los procesos de selección. Incluso llegan a vincular la incentivación laboral al alineamiento con la cultura corporativa, como en el caso de BBVA.
“La definición de nuestra cultura corporativa vino de la mano del momento de cambio en el que se encontraba la sociedad y la industria financiera, en concreto”, comenta Enrique González, responsable de Cultura Corporativa y Comunicación con Empleados de BBVA. “El banco ha liderado el proceso de transformación digital que ha asumido el sector. Y un cambio de este calado debía venir acompañado de una transformación cultural. Crear una cultura que estuviera alineada con el tipo de empresa que quieres ser”, añade.
Con una plantilla de 126.000 empleados repartida en más de 30 países, y una larga historia de adquisiciones e incorporaciones de otras entidades, BBVA asumió un importante reto cuando decidió fijar un propósito único que sirviera de bandera para toda la compañía. “Tenemos una diversidad generacional y de nacionalidades muy amplia en el banco y se nos planteó la cuestión de cómo hacer para que todos los empleados se sintieran parte de algo más importante”, explica.
La solución adoptada fue implicar desde el principio a todos los trabajadores en el proceso de definición. Y parece que funcionó: 26.000 empleados participaron en la elección del propósito. “El primer paso fue definir el propósito, buscar un concepto que identificara lo que queremos ser”. Así nació ‘Poner al alcance de todos las oportunidades de esta nueva era’. A continuación se definieron los tres valores en los que se debe apoyar el banco para lograr este propósito: ‘El cliente es lo primero’, ‘Somos un equipo’ y ‘Pensamos en grande’.
“Hacer que fuera un proceso participativo fue fundamental. Teníamos el compromiso absoluto de la alta dirección, que ayudó a desarrollar desde el área de Talento y Cultura todas las acciones”, cuenta Enrique González. Otro de los puntos clave fue incorporar los valores a todos los procesos: “El presidente y la alta dirección pueden añadir los valores en su discurso, los equipos en sus dinámicas, pero en organizaciones como BBVA, con más de 100.000 empleados y presencia en más de 30 países, es también muy importante llevar estos valores y comportamientos a nuestros procesos”, explica. Tomar los valores como filtro a la hora de contratar a un candidato, en la valoración de los empleados o, incluso, en la incentivación, son solo algunos de estos procesos.
Y también están notando ya que hay candidatos, sobre todo los más jóvenes, que cada vez más se preocupan por ver qué valores destaca la empresa. La sociedad cambia y el entorno laboral debe hacerlo para seguir atrayendo al mejor talento. Y el propósito y los valores corporativos son una potente herramienta que pueden marcar la diferencia.