El Prado inaugura la mejor exposición del Bosco de la historia
El Museo del Prado rinde homenaje a uno de los pintores más influyentes y enigmáticos del Renacimiento en “El Bosco. La exposición del V centenario”. Esta muestra, la más completa y de mayor calidad organizada hasta el momento, permite admirar, junto a las obras del pintor holandés que atesora El Prado, las pinturas del Bosco pertenecientes a los grandes museos de todo el mundo. La exposición, patrocinada por la Fundación BBVA, estará abierta hasta el 11 de septiembre.
Veintiuna pinturas y ocho dibujos originales del pintor descansan ya en El Prado a la espera de que el mundo los contemple, por primera vez, en una misma exposición. En un laberíntico montaje de paredes blancas, nada le resta protagonismo al Bosco. Sus trípticos, los seis que guían la visita, ocupan un lugar privilegiado y abren las secciones sorprendiendo al público, que dobla cada una de las esquinas del recorrido sin saber qué va a encontrarse.
El tríptico de la Adoración de los Magos adentra al visitante en la infancia y la vida pública de Cristo, el de las Tentaciones de San Antonio abre la sección de los santos, el Carro de heno invita al público a recorrer el Paraíso y el Infierno, y el maravilloso Jardín de las delicias constituye una sección por sí mismo.
El Bosco es mucho más que demonios
A las obras que custodia El Prado, se han sumado los préstamos de grandes museos como el Louvre, el Metropolitan de Nueva York o la National Gallery de Washington, que no han querido perder la oportunidad de participar en “la mayor colección de obras del Bosco que se ha hecho hasta ahora”, en palabras de José Pedro Pérez-Llorca, presidente del Real Patronato del Museo del Prado.
Junto a las pinturas y dibujos del Bosco se exponen grabados, relieves, miniaturas y pinturas de otros autores que ayudan a entender mejor el contexto en el que El Bosco desarrolló su obra.
"El Bosco. La exposición del V centenario" se podrá visitar en el Museo del Prado hasta el 11 de septiembre
La exposición del centenario
Esta es la exposición del V centenario del fallecimiento del Bosco, que marca un precedente en la historia del arte: “Esta exposición dará de qué hablar durante mucho tiempo”, ha comentado Rafael Pardo, director de la Fundación BBVA.
Miguel Falomir, director adjunto de Conservación e Investigación del Prado, afirma que España, hogar de la mayor colección de obras del Bosco, estaba en deuda con el pintor holandés. Esta exposición presenta, por lo tanto, la mejor versión del artista, una muestra que lleva dos décadas fraguándose para que el 31 de mayo todo esté donde tiene que estar.
La comisaria de la exposición, Pilar Silva, está convencida de que esta muestra cambiará la percepción que se tiene del pintor. “El Bosco es mucho más que demonios” —afirma Silva— y “a partir de ella surgirán nuevas investigaciones y nuevos hallazgos”.
Dado el extraordinario interés que ya está suscitando la exposición, el Museo del Prado ha establecido una prolongación del horario de apertura (dos horas más de viernes a domingo). Además, se recomienda comprar las entradas con antelación, o bien por internet o por teléfono.
Un año dedicado al Bosco
Como complemento a esta exposición, el Museo del Prado, con la colaboración de la Fundación BBVA, estrenará el documental El Bosco. El jardín de los sueños que retoma, 500 años después, las conversaciones que El jardín de las delicias suscitó en la corte de Nassau. La película, de 90 minutos de duración, se estrenará en cines el 9 de junio. Además, una videoinstalación, basada en el mismo tríptico, completará la exposición del Museo del Prado a partir del 4 de julio. Puedes consultar el resto de actividades aquí.
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1
El jardín de las delicias
La obra más afamada y singular del Bosco muestra el tránsito de la humanidad desde el paraíso terrenal hasta el infierno. La inocencia del Edén da paso a la lujuria, que destaca en el panel central sobre todas las delicias que disfrutan los hombres y mujeres que pueblan este jardín. En el panel derecho, un infierno musical tortura a los pecadores: avaros, glotones, jugadores...
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2
La muerte y el avaro
La avaricia aparece representada, adornada con todo tipo de elementos y símbolos propios del Bosco. Los demonios rodean al moribundo, que mira directamente a la Muerte, mientras a su lado un ángel suplica por su alma alzando la vista hacia un crucifijo situado en la ventana. En la parte inferior del cuadro, aparece una representación de este pecado capital: un anciano echa monedas en un saco que sostiene un demonio.
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3
El carro de heno
El pecado vuelve a ser el hilo conductor en este tríptico que, de izquierda a derecha, muestra cómo se originó y cómo la humanidad se ve arrastrada por él hasta acabar en el infierno. El proverbio flamenco “El mundo es como un carro de heno y cada uno coge lo que puede” queda ilustrado en este tríptico, donde los hombres, de todas las clases sociales, tratan de subirse al carro cueste lo que cueste.
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4
Mesa de los siete pecados capitales
Cinco círculos conforman esta pintura. En las esquinas se representan los diferentes destinos que esperan al hombre, según haya sido su vida: la Muerte, el Juicio, el Infierno y la Gloria. Y en el círculo central, un gran ojo rodeado de los siete pecados capitales, que se ilustran con escenas de la vida cotidiana. Se trata de una obra moralizadora que recuerda al hombre que Dios, representado en el anillo interior, siempre está vigilando. Bajo la imagen del Creador, se puede leer la inscripción “Cave, cave, d[omin]us videt” (“Cuidado, cuidado, Dios está mirando”).
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5
San Juan Evangelista en Patmos
También llamada "La pasión de Cristo", esta obra pertenece a una serie de pinturas del Bosco en las que Cristo interpela directamente al creyente. En este cuadro, san Juan Evangelista, con un libro sobre las rodillas y sosteniendo una pluma, alza la mirada hacia una visión en la que aparecen la Virgen y el Niño dentro de un círculo en el cielo.
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6
Tríptico de san Antonio Abad
En el tríptico de san Antonio Abad, traído de Lisboa para esta exposición, El Bosco recrea un escenario que nada tiene que ver con la vida del santo. San Antonio Abad, santo patrón del padre del pintor, era un ejemplo para El Bosco ya que incita al autocontrol, a la paciencia y a la constancia frente a las tentaciones del Demonio.