El modelo de gestión de personas de BBVA
BBVA cuenta con un modelo global de gestión de personas que permite inspirar a los empleados y empleadas hacia un propósito común y unos valores compartidos, sin dejar de reconocer y premiar las contribuciones individuales. De esta forma, implica a la plantilla en la estrategia global y refuerza su compromiso con los objetivos.
Los valores y comportamientos de BBVA son las guías de actuación que orientan a la plantilla en su día a día a la hora de tomar decisiones y les ayudan a hacer realidad el propósito del Grupo de ‘poner al alcance de todos las oportunidades de esta nueva era’. Son la seña de identidad de todos los que trabajan en el Grupo, definen el ADN de BBVA y están integrados en los modelos y palancas clave que promueven la transformación del banco. Esto incluye los procesos globales de gestión de personas: desde la selección de nuevos empleados, los procesos de asignación de roles, evaluación, desarrollo de personas y formación, hasta la incentivación por cumplimiento de los objetivos anuales.
El modelo permite evaluar las capacidades y potencial de cada profesional, a la vez que su desempeño individual. Las capacidades se determinan con una visión 360º teniendo en cuenta la opinión de responsables, compañeros directos, colaboradores y equipo; así como compañeros de otras áreas con las que el empleado trabaja. Las capacidades que se analizan ayudan al empleado a conocerse mejor, a compararse con el nivel requerido en su rol y a conocer en qué medida su comportamiento refleja los valores del Grupo. Además, el proceso incorpora un espacio de ‘feedback’ abierto por parte de todas las personas que participan en la valoración.
Por otro lado, el desempeño individual valora en qué medida cada empleado ha cumplido con los objetivos que acordó con su responsable a principios del año y cómo lo ha hecho. Esto permite analizar tanto el grado de consecución de los objetivos, como el hecho de que se alcancen viviendo la cultura y los valores de BBVA en línea con los principios recogidos en el Código de Conducta de BBVA.
El nivel de desempeño individual de cada empleado se ve reflejado en su retribución variable, que también tiene en cuenta la consecución de los objetivos estratégicos del Grupo y del área a la que pertenece. Cada tres meses, el banco informa a los empleados del nivel de avance alcanzado en cada uno de estos objetivos, fomentando así la transparencia, el sentimiento de equipo y la motivación hacia un objetivo común para alcanzar la estrategia del Grupo.
A partir de la evaluación de capacidades y desempeño se construye un mapa de talento que se pone a disposición del empleado en un informe final de resultados. Con esta herramienta, cada profesional puede elaborar un plan de crecimiento para conocerse mejor, mejorar para crecer y explorar nuevos caminos.
El banco fomenta una cultura de ‘feedback’ continuo para que los empleados no esperen al momento de la evaluación para tener conversaciones sobre su desempeño. Esto se realiza a través de iniciativas específicas, cursos de formación, programas de ‘coaching’ y ‘mentoring’, plataformas para compartir reconocimiento y ‘feedback’ de forma pública y otras herramientas de gestión de recursos humanos como Workday.
El modelo de gestión de personas en BBVA es un proceso continuo, que se lleva a cabo en el día a día para impulsar la meritocracia y una cultura de alto desempeño. El resultado de las evaluaciones es fundamental en los procesos de promociones e incrementos salariales para reconocer y premiar el progreso profesional de la plantilla, potenciando la excelencia y la meritocracia de manera transparente, clara y objetiva.