El escenario económico global de 2018
Los rasgos más característicos del escenario económico de 2018 han sido el crecimiento y los mercados financieros. Por un lado, el PIB ha virado desde un perfil de aceleración a comienzos de año, a un perfil de moderada desaceleración. Por otro, este comportamiento ha sido muy distinto en diferentes zonas geográficas. Julián Cubero, de BBVA Research, explica los hechos más destacables del año en la economía mundial.
- EE. UU. ha tenido un crecimiento acelerado, impulsado por una política fiscal expansiva.
- Por su parte, China ha tenido una gestión de políticas orientadas a moderar el crecimiento económico, evitando los riesgos financieros de la acumulación para tratar de gestionar un suave aterrizaje.
- En contraste con lo anterior, en Europa se ha observado una clara desaceleración afectada por tres elementos: la subida del precio del petróleo, la apreciación del euro y las incertidumbres locales en algunas economías como Italia y Alemania, afectadas por el entorno de menor crecimiento del comercio mundial.
Con todo esto, para finales de 2018 se prevé un crecimiento mundial entorno al 3,6%, casi medio punto menos que a principios de año.
En cuanto a los mercados financieros, han pasado del optimismo a la cautela. El crecimiento ha sido menor en la economía, pero también con unas políticas monetarias de normalización (en particular en la Fed) y, por lo tanto, de subida de tipos de interés y apreciación del dólar.
Además, un tercer elemento de cautela hay que ligarlo al comportamiento de las políticas proteccionistas procedentes de EE. UU. y de desafío a la gobernanza global del comercio mundial. Estos elementos influyen en los mercados emergentes, como Argentina o Turquía, que se han visto envueltas en crisis financieras.
Y para 2019, ¿cuáles son las perspectivas del escenario económico global?
Lo más probable es que se mantengan las tendencias vistas en el último año, es decir, el crecimiento será moderado, la diferenciación más elevada (desde las distintas economías) y la cautela mayor.
Sin embargo, este escenario plantea más riesgos sesgados a la baja. Estos riesgos proceden, en primer lugar, desde China, que intenta mantener el equilibrio entre sostener su crecimiento y no acumular mayores desequilibrios financieros. También por los posibles efectos de la normalización de la política monetaria de EE. UU. Pero sin duda, el tercer desafío en la economía global es la gobernanza del comercio mundial, una gobernanza multilateral de los flujos de bienes, de servicios y de inversiones, que está puesta en cuestión en los últimos dos años.
Que esa gobernanza sea reforzada (no destruida) y que las políticas sean capaces de hacerla eficaz reformándola, es el mayor reto para el 2019.