El desarrollo económico en los centros urbanos
El auge de las ciudades está detrás del crecimiento económico y de la mejora en el bienestar de las personas. Como ejemplo, en España, las grandes áreas urbanas ocupan alrededor de un 23% del territorio nacional, aglomeran alrededor de un 60% de la población y del empleo y generan alrededor de un 70% del PIB. Miguel Cardoso, de BBVA Research, habla del papel de las ciudades en el desarrollo económico.
La aglomeración de las personas alrededor de centros urbanos genera el aprovechamiento en lo que los economistas llaman economías de escala y economías de aglomeración.
Por un lado, el coste medio de algunos servicios como pueden ser la sanidad y la educación, va cayendo conforme se incrementa el número de personas alrededor de un centro urbano. Por otro lado, la reducción de los costes de transporte favorece la mejora en los procesos productivos. Por ejemplo, acercando a las empresas con sus clientes y proveedores, incrementando la probabilidad de un mejor encaje entre la oferta y la demanda de trabajo o potenciando la generación de conocimiento a través de la mayor interacción entre las personas.
¿Qué problemas genera la urbanización?
Uno de los mayores problemas que genera la urbanización es la congestión. Por ejemplo, conforme se concentran más personas alrededor de un centro urbano se incrementa la demanda por vivienda y, por lo tanto, el precio. Así, el coste de vida en Madrid llega a ser alrededor de cuatro veces superior de lo que lo es en Teruel o Ávila.
El tráfico o el incremento en el tiempo de desplazamiento de las personas o de contaminación es otro de los problemas provocados por la congestión. Un ejemplo de ello es el tiempo de desplazamiento en ciudades como Madrid o Barcelona, donde el trayecto hasta el centro de trabajo llega a ser hasta un 50% superior del que se observa en el resto de ciudades de España.
Este proceso de atracción de capital humano que sucede en las ciudades también implica que, dentro de los centros urbanos, se observe una mayor desigualdad del ingreso.
¿Qué se puede hacer para fomentar un crecimiento ordenado de las ciudades?
El tamaño óptimo de las ciudades va a depender de manera clave en las políticas que se implementen. Las ciudades ineficientes que pongan obstáculos al aprovechamiento de las economías de escala y aglomeración o que, con sus políticas, potencien los costes de congestión tendrán tamaños óptimos relativamente reducidos.
Teniendo en cuenta lo anterior, sería necesario el establecimiento de agencias independientes de evaluación de políticas públicas, que se sumaría al aprovechamiento de los datos generados con la digitalización económica.