El crecimiento del consumo en España se desacelerará ligeramente en 2019
El avance del gasto de los hogares se situará en el 2,1% este año, tres décimas menos que en 2018, y en el 1,8% en el año 2020, según las previsiones de BBVA Research recogidas en su informe ‘Situación Consumo' del segundo semestre de 2018. En este contexto, destaca la contribución del comercio electrónico, que roza ya el 20% del gasto de los consumidores y el 10% de la facturación de las empresas españolas.
El informe del servicio de estudios de BBVA atribuye a tres factores la ralentización que sufrirá el consumo de los hogares este año, tras cerrar el año 2018 en el 2,4%, una décima menos que en 2017. En primer lugar, el agotamiento de los elementos transitorios que incentivaron el consumo en los años precedentes, como la demanda embalsada de bienes duraderos. En segundo lugar, el menor dinamismo de algunos de sus determinantes, como la riqueza financiera neta y, por último, el impacto de la incertidumbre.
Con la información disponible hasta el momento se estima que el consumo podría avanzar en el primer trimestre de 2019 a un ritmo similar al registrado en el cuarto de 2018 (en torno al 0,6% intertrimestral). El impulso fiscal incluido en los Presupuestos Generales del Estado de 2018 y el incremento del salario mínimo, de las pensiones y de las remuneraciones de los empleados públicos para 2019 contribuirá al avance de la renta de las familias durante este ejercicio.
El gasto también podría verse incentivado por el aumento de la riqueza inmobiliaria y la complementariedad que existe entre la demanda de la vivienda y el consumo de ciertos bienes duraderos, como los electrodomésticos y el mobiliario. Asimismo, la financiación seguirá creciendo en los próximos trimestres, lo que contribuirá a sostener un consumo más intensivo en crédito.
El comercio electrónico ganó terreno en 2018
En cuanto al ejercicio 2018, BBVA Research señala que, tras ralentizarse en la primera mitad del año, el consumo se recuperó en la segunda. Así, en el tercer trimestre creció un 0,8% intertrimestral y en el cuarto, un 0,5%. Con todo, el avance anual de esta partida de la demanda se situó en el 2,4%, una décima por debajo del registrado en 2017.
La evolución del crédito contribuyó al avance del gasto de los hogares el pasado año, en un contexto de reducción de los tipos de interés y de la morosidad y de búsqueda de rentabilidad por parte de las entidades financieras. A pesar del dinamismo de las nuevas operaciones de financiación al consumo, que aumentaron el 18%, el incremento del saldo vivo se ralentizó debido al repunte de las amortizaciones.
El apogeo del comercio electrónico explicó buena parte del avance del consumo en 2018. El análisis de millones de transacciones con tarjeta realizadas por los clientes de BBVA, elaborado por el servicio de estudios, indica que el comercio electrónico creció a tasas de dos dígitos en 2018, hasta rozar ya el 20% del gasto de los consumidores y el 10% de la facturación de las empresas españolas. Las actividades que registraron un mayor aumento del peso del comercio por Internet son aquellas en las que la madurez del canal electrónico es mayor y, por tanto, también su cuota de mercado, como la comercialización de viajes, de artículos de deporte y juguetes, de servicios de transporte, de servicios inmobiliarios y de libros, prensa y revistas.
A diferencia de lo sucedido en el primer semestre de 2018, los bienes no duraderos y los servicios, que representan el 95% del gasto de los hogares, abanderaron el avance del consumo entre julio y diciembre. Por el contrario la demanda de bienes duraderos, que había excedido su nivel precrisis en el tercer trimestre, retrocedió en el cuarto trimestre.
Las venta de automóviles flaquearán en 2019
El adelantamiento de las compras de automóviles que se debería haber materializado en los meses finales del año, provocado por la aplicación del nuevo protocolo de homologación de emisiones (WLTP) a partir de septiembre, provocó un descenso significativo de las matriculaciones de turismos en el cuarto trimestre, lo que explicó el descenso del gasto en bienes duraderos. Las estimaciones de BBVA Research indican que, en ausencia del WLTP, se habrían matriculado entre 35.000 y 40.000 turismos más a partir de septiembre, que fueron comercializados, sobre todo, entre julio y agosto.
BBVA Research señala que aunque las matriculaciones crecieron en el conjunto del año, el parque de turismos no rejuveneció. En noviembre de 2018, el 62% de los turismos en circulación tenía una antigüedad de diez o más años (14,95 millones de unidades), el mismo porcentaje que en 2017, debido a que su demanda mantiene el pulso. Las transacciones de automóviles de ocasión aumentaron el 6,6% el pasado año hasta superar 2,1 millones de unidades, de las cuales el seis de cada diez sobrepasaba los diez años de antigüedad.
Para 2019 y 2020 BBVA Research prevé que las ventas de automóviles pierdan tracción, tras crecer un 7% en 2018 y superar 1,32 millones de unidades vendidas. La disminución esperada del precio del petróleo será insuficiente para evitar una ligera contracción (entre el 2% y el 4%) de las matriculaciones en 2019, condicionada por el menor dinamismo de la renta per cápita y del mercado de trabajo y la absorción del efecto del WLTP, y un práctico estancamiento en 2020.
Motocicletas, electrodomésticos y muebles mantienen el pulso
Las matriculaciones de motocicletas ganaron tracción en 2018 (14%), tras asimilar en 2017 el repunte excepcional de la demanda registrado en 2016 como consecuencia de la moratoria sobre la venta de motocicletas Euro 3 y descender el 10%. Las estimaciones de BBVA Research sugieren que las ventas seguirán creciendo durante los próximos trimestres, aunque a un ritmo menor, y cerrarán 2019 con un incremento en torno al 5%.
La recuperación del gasto en mobiliario y electrodomésticos también adquirió dinamismo el pasado año. La complementariedad con la demanda de vivienda, que superó el 9% en 2018 a pesar del repunte de la incertidumbre, y el avance de la capacidad adquisitiva de los hogares incentivaron las ventas de muebles (2%) y artículos de línea blanca -electrodomésticos- (4%) en el segundo semestre de 2018, y lo continuarán haciendo a medio plazo. Sin embargo, la convergencia a los niveles de consumo precrisis todavía se encuentra lejos. Las ventas de muebles apenas han logrado recuperar una cuarta parte de la caída experimentada durante la crisis, mientras que el gasto en electrodomésticos todavía se sitúa en torno a un 15% por debajo del máximo alcanzado en 2007.
Por el contrario, la facturación del comercio de artículos de línea marrón — electrónica— retrocedió en la segunda mitad de 2018. Las ventas de electrónica de consumo descendieron el 2% entre julio y diciembre y las de equipamiento TIC, que habían crecido tímidamente entre enero y junio, lo hicieron el -0,7% y permanecen prácticamente inalteradas desde comienzos de 2017. Pero aunque su recuperación ha sido más débil, la distancia de las ventas de tecnología al nivel precrisis es comparativamente reducida. Al respecto, mientras que la cifra de negocios del comercio de equipamiento TIC se sitúa en torno al 70% del máximo registrado a finales de 2007, las ventas de electrónica de consumo serían todavía hoy el 55% de las efectuadas antes de la crisis.