El BCE se prepara para actuar tras las vacaciones
El comunicado y la rueda de prensa del Banco Central Europeo, tras la reunión de política monetaria del jueves 25 de julio, es un claro ejemplo de un preanuncio de medidas que están por venir. “Parece bastante claro que se decidirá pronto una rebaja del tipo de facilidad de depósito (esperamos que en septiembre)”, señala BBVA Research en el último informe ECB Watch.
El cambio de sesgo de las últimas declaraciones del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, apuntaban a una relajación en la política monetaria. Quedaba por saber hasta qué punto el BCE iba a actuar. Durante la reunión del 25 de julio, la autoridad monetaria europea mantuvo los tipos de interés en los niveles actuales, pero avanzó posibles futuras medidas que podrían anunciarse después del verano.
Durante su comparecencia, Mario Draghi reintrodujo en su discurso el mensaje de que los tipos de interés se mantendrán “a los niveles actuales o inferiores”, lo que supone abrir la puerta a una rebaja de tipos. Su principal preocupación es la inflación en la zona euro, porque es persistentemente baja. Pero también mostró sus dudas sobre la recuperación de la economía de la eurozona en la segunda mitad del año. “Las perspectivas no hacen más que empeorar. Y están empeorando en aquellos países en los que el sector manufacturero es muy importante”, señaló en alusión a Alemania e Italia.
Revisión de perspectivas
Aunque el BCE no ha revisado aún sus perspectivas de crecimiento e inflación para la región, se espera que lo haga en septiembre, lo que será seguramente el pistoletazo de salida para comenzar a tomar medidas. “De hecho, el BCE ha encargado a su equipo que estudie nuevas medidas de estímulo, que es la fórmula que utiliza cuando está dispuesto a actuar”, apuntan los economistas de BBVA Research.
Entre otras medidas, BBVA Research estima que el BCE rebajará el tipo de facilidad de depósito (actualmente en el -0,40%) en septiembre; a lo que acompañará un sistema escalonado o de tramos para los saldos depositados por las entidades en el banco central –que no concretó– para mitigar el impacto de los efectos colaterales de los tipos negativos sobre el sector bancario. “Seguimos pensando que no se aprobarán nuevas medidas de ‘quantitative easing’ [compra de deuda en el mercado secundario] en septiembre dada la falta de unanimidad dentro de la institución y la necesidad de tener una segunda bala en la recámara en caso de ser necesario”, apuntan los economistas. “Pero esta probabilidad, sin duda, ha aumentado”