El BCE retrasa la subida de tipos y abre la puerta a más medidas acomodaticias
El Banco Central Europeo (BCE) anunció en su reunión de ayer cuál sería su futura orientación sobre los tipos, que se mantendrán sin alzas al menos hasta el primer semestre de 2020. Como resalta BBVA Research en su informe ECB Watch, existe la probabilidad de que el BCE tome más medidas si fuese necesario. Asimismo, anunció a las condiciones de la línea de liquidez TLTRO-III.
El interés principal de la reunión celebrada este jueves era saber hasta qué punto el Banco Central Europeo era capaz de mantener su tono acomodaticio, en vista de la reciente escalada de tensiones comerciales y de la disposición Fed a reducir los tipos de interés. Asimismo, conocer las condiciones de la subasta de liquidez TLTRO-III era uno de los aspectos de la reunión que más expectación despertaba.
Como indica el informe de BBVA Research, el banco central superó las expectativas en lo que a política monetaria se refiere, ya que la previsión de subida de tipos se volvió a retrasar otros seis meses. Así, los tipos de interés se mantendrán estables al menos hasta la primera mitad de 2020, en respuesta al aumento y la persistencia de la incertidumbre global. BBVA Research aclara que este retraso era previsible, sin embargo, no se esperaba que el BCE anunciase dicha decisión tan pronto.
No obstante, el banco central recordó su disposición a actuar con más medidas expansivas en caso de contingencias adversas. En particular, Mario Draghi reconoció abiertamente que “se han debatido todas las medidas posibles, incluidas las tasas de depósito más bajas, el reinicio del programa de compra de activos (APP) o una extensión adicional en la orientación a futuro de los tipos de interés”.
En cuanto a los detalles de la nueva ronda de financiación a largo plazo (TLTRO III), Draghi declaró que los bancos tendrán que hacer frente a necesidades de financiación para cumplir con los requerimientos regulatorios, así como la necesidad de devolver las cantidades pedidas en rondas anteriores, por lo tanto, la intención es que estas operaciones mitiguen un posible “efecto acantilado”.
Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo.
Respecto al coste, el tipo de interés se establecerá en 10 puntos básicos por encima de la tasa de MRO promedio hasta el vencimiento de cada subasta. Además, a la entidades para las que la variación neta de sus préstamos computables supere un valor de referencia, el tipo aplicado será inferior y podrá ser tan bajo como el tipo de interés medio aplicable a la facilidad de depósito durante toda la vida de la operación más 10 puntos básicos (-0,3%). Este es un coste ligeramente menor al que esperaban los analistas de BBVA Research.
En la reunión, el BCE explicó que las entidades tienen derecho a solicitar hasta el 30% del stock de préstamos elegibles a 28 de febrero de 2019, restando cualquier toma no amortizada del TLTRO II. Además, la cantidad que las entidades pueden tomar prestadas en cada una de las siete subastas se limitará, al 10% de la cartera elegible. Por último, indicó que las operaciones de TLTRO-III no pueden repagarse antes del vencimiento (a diferencia del TLTRO-II). Con esta decisión, el BCE garantiza evitar un “efecto acantilado” de las nuevas operaciones.
En lo que respecta a la perspectiva económica, Draghi destacó que la incertidumbre es ahora más alta y más prolongada de lo esperado en marzo, debido a las tensiones comerciales, al ‘brexit’ y a la vulnerabilidad de la economía mundial. Como estima BBVA Research, esta situación podría conducir a un crecimiento más moderado en los próximos trimestres, por lo que el BCE estará listo para actuar si es necesario.
Las proyecciones reflejan una ligera revisión al alza del crecimiento del PIB para 2019 (+ 0,1 puntos porcentuales, hasta un 1,2%), pero a la baja para 2020 (-0,2 puntos porcentuales, hasta el 1,4%) y 2021 (-0,1 puntos porcentuales a 1,4%). No obstante, los riesgos para este escenario permanecen inclinados a la baja.
En general, el mensaje del BCE ha sido más acomodaticio de lo previsto, pues el BCE reaccionó a la creciente y prolongada incertidumbre con una combinación de retraso en las subidas de tipos y abriendo la puerta a la posibilidad de introducir más medidas expansivas, tal y como concluye el ECB Watch.