El Banco de España sitúa el crecimiento de América Latina en 1,8% para 2019
El Banco de España (BdE) ha dado a conocer sus nuevas proyecciones de crecimiento para América Latina, en las que rebaja su previsión para 2019 en 0,4 puntos porcentuales (p.p.) hasta 1,8%. Este ajuste en la estimación se debe principalmente a la creciente incertidumbre en el desarrollo de los programas económicos en Brasil y México, y los efectos del ajuste monetario y fiscal en Argentina, a lo que se suman los riesgos del entorno global.
La proyección del Banco Central español es muy cercana a la que dio a conocer hace algunas semanas BBVA Research en su informe Situación Latinoamérica Segundo Trimestre 2019, que estima un crecimiento de 1,7% para la región este año, después de crecer 1,5% en 2018.
El dinamismo de la economía latinoamericana en 2018 se vio afectado por la recesión en Argentina y por la lenta recuperación en Brasil. Para este año se prevé una evolución más positiva en estos dos países, pero una desaceleración en México. De acuerdo con la autoridad monetaria española, uno de los principales riesgos internos está asociado con la incertidumbre sobre las políticas económicas que se desarrollarán en las dos principales economías de la región.
Brasil enfrenta vulnerabilidad fiscal
En cuanto a Brasil, el Banco de España ha señalado en su Informe de Economía Latinoamericana Primer Semestre de 2019, que la mayor vulnerabilidad está en el tema fiscal, con un déficit público muy elevado y un aumento de la deuda que al final de 2018 alcanzaba el 77% del PIB.
Además, el gobierno enfrenta dificultades para aprobar las reformas, como la del sistema de pensiones, que es fundamental para solucionar el problema fiscal. Por eso, el BdE considera que dada la fragmentación que hay en el Congreso, esta reforma podría resultar en una versión atenuada frente a la propuesta original y, por lo tanto, en una rebaja del ahorro previsto.
México frente a una desaceleración
Para el banco emisor español, la reducción del crecimiento en México está ligada a la incertidumbre sobre las políticas del actual Gobierno y a unas condiciones monetarias más restrictivas. Agrega que el Ejecutivo ha aprobado una serie de reformas que en algunos casos significan una involución de las reformas estructurales realizadas por la administración anterior, con posibles consecuencias sobre el crecimiento potencial del país. Pone como ejemplo las decisiones en relación con la situación de Pemex y dice que la intervención no aborda los problemas estructurales de la empresa, lo que puede repercutir en la sostenibilidad de la situación fiscal y en la estabilidad macroeconómica.
Asimismo, cuestiona la suspensión de las subastas de proyectos de exploración y explotación de petróleo con el argumento de verificar la transparencia de los contratos, pues en su opinión, "esto puede suponer restricciones adicionales para la inversión extranjera directa y obstaculizar sus efectos positivos en la producción de petróleo", que es el principal producto de exportación y generación de divisas para el país. También señala que la subida del salario mínimo en un 16% y un 100% en las zonas de frontera con Estados Unidos afectarán aún más el problema fiscal.
El Banco de España proyecta que América Latina crecerá 1,8% en 2019 y 2,5% en 2020.
Argentina seguirá en terreno negativo
Sobre Argentina, el BdE considera que el arrastre que trae del año pasado dará lugar a un crecimiento medio negativo para 2019, pese a que se registren tasas positivas en todos los trimestres de este año. Además, en la tercera economía de la región "persisten los riesgos inherentes a la implementación del acuerdo entre el FMI y el Gobierno argentino, especialmente ante la falta de anclaje de las expectativas de inflación y en un entorno electoral cada vez más incierto".
Las restantes economías de la región mostrarán más estabilidad, como serán los casos de Chile, Colombia y Perú.
Factores de riesgo externo
Hay ciertos factores externos que podrían afectar el crecimiento de la región como es el aumento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, que ya se ha visto en los últimos días con el incremento de los aranceles por parte de ambos países, así como una mayor ralentización de la economía de la potencia oriental. Estos dos factores podrían afectar el crecimiento global y el precio de las materias primas, lo cual se traduciría en efectos negativos sobre América Latina.
Según el informe, también se podría desencadenar un endurecimiento de las condiciones financieras globales que podrían provocar la salida de capitales de países emergentes, entre ellos los latinoamericanos, y generar presiones de depreciación sobre las monedas que "aboquen a unas políticas fiscales y monetarias procíclicas".
Para el 2020, la previsión de crecimiento para la región se sitúa en el 2,5%, por el repunte esperado en Argentina y Brasil. Se trataría de una cifra cercana al crecimiento potencial de la región, aunque considera que sería insuficiente para impulsar la convergencia hacia unos niveles de renta más elevados.