¿A qué se dedica la Tesorería de un banco?
El área de mercados de un banco, también llamada Tesorería, se enmarca en el negocio de banca mayorista. Es un área muy especializada que satisface las necesidades de cobertura de riesgos e inversión de clientes corporativos. Los clientes minoristas son atendidos desde banca comercial, que cuenta con el apoyo del área de mercados para el diseño y gestión de productos así como para la gestión de los riesgos derivados de los mismos.
La Tesorería de una entidad bancaria se enmarca dentro del negocio de banca de inversión (también denominada banca mayorista o corporativa) así como otros negocios tales como el de fusiones y adquisiciones, financiación de proyectos, préstamos sindicados o banca transaccional global. Pero sin duda alguna, la Tesorería, o simplemente área de mercados, es una pieza fundamental dentro de la estructura de la banca de inversión de un banco.
Este negocio se sustenta en cuatro pilares fundamentales:
- Tecnología: Es esencial para acceder en tiempo real a la información de los mercados financieros, para el desarrollo de sistemas que permitan calcular tanto el precio de los productos comercializados como los riesgos derivados de los mismos, y para la correcta confirmación y liquidación de las operaciones. Adicionalmente, es clave para el cumplimiento de los requerimientos regulatorios actuales y futuros.
- Producto: Desde la Tesorería se ponen a disposición de los clientes soluciones de cobertura de riesgos e inversión que abarcan desde los productos más simples a los más complejos (productos estructurados) y para todo tipo de activos financieros: generalmente renta fija, tipos de interés, renta variable y tipos de cambio, y en algunas entidades también materias primas.
- Canales de distribución: Capacidad de proveer de producto al cliente, donde y cuando lo necesita a un precio competitivo.
- Capacidades de gestión de los riesgos derivados de los productos comercializados y de sus coberturas: una vez valorada la capacidad crediticia de la entidad con cada uno de sus clientes, se procede a la correcta valoración y gestión de dichos riesgos. En este punto, la tecnología, el conocimiento y la experiencia juegan un papel clave.
Imagen panorámica de la sala de Tesorería de la Ciudad BBVA en Madrid. - Carlos Benítez-Donoso
Evolución de las Tesorerías en la historia reciente
Desde que se iniciara la crisis financiera en 2007, las Tesorerías han evolucionado mucho. La regulación ha sido determinante en la evolución de los negocios bancarios en general y en el de mercados en particular, estableciéndose una normativa que desincentiva a las entidades bancarias a la hora de asumir riesgos “propietarios” (operativa por cuenta propia) y que exige un mayor control y una mejor gestión y seguimiento de los riesgos derivados de operaciones con clientes, todo ello optimizando el consumo de capital. El incremento de la transparencia y la protección a clientes y accionistas también son parte de sus objetivos fundamentales, buscando que el papel de la banca tenga un componente no solo económico sino también social.
El incremento de la transparencia y la protección a clientes y accionistas también son parte de sus objetivos fundamentales
Uno de los cambios más relevantes ha sido el cambio de modelo de negocio, pasando de un modelo basado en la asunción y gestión de riesgos propietarios a uno basado en el cliente y en sus necesidades, donde los canales electrónicos y digitales y la experiencia cliente son claves.
La relevancia de la tecnología hoy es máxima, no solo en los diferentes pasos del proceso de contratación. El desarrollo de las plataformas electrónicas para la contratación de productos financieros ha marcado otro de los cambios más significativos. Se ha evolucionado desde los sistemas tradicionales de viva voz a estas plataformas electrónicas (comercio electrónico o eCommerce), con las que la capacidad de procesamiento de operaciones ha crecido exponencialmente.
También el sistema de retribución ha cambiado. Las retribuciones variables han pasado de estar focalizadas en aspectos cuantitativos relacionados con la generación de beneficios a estar ligadas a numerosos aspectos cualitativos relacionados con el desempeño de la entidad en su conjunto.
El futuro de las Tesorerías
La desaparición de la banca de inversión, como algunos ya han augurado, es extremadamente difícil. La lógica nos hace pensar que el papel del área de mercados en el futuro seguirá siendo muy relevante, ya que la especialización que tiene esta área es necesaria y fundamental para cubrir unas necesidades de clientes que cada vez son más internacionales y complejas.
Dicho lo anterior, existen cuatro factores que serán clave en la evolución y desarrollo de las Tesorerías: la desregulación, en el caso que se produzca una revisión de la regulación en Estados Unidos habrá que ver qué ocurre en Europa y cómo afecta esto a la capacidad de asumir riesgos de las entidades financieras; el abandono de las políticas de tipos de interés “cero”, que revitalizará ciertos negocios requerirá una mayor exigencia a las Tesorerías a la hora de gestionar sus riesgos; las fintech, el papel que tomen en el futuro será determinante, habrá que ver si sustituyen a las Tesorerías ofreciendo servicios similares o se convierten en proveedores de tecnología generándose una colaboración más estrecha con la banca; y los mercados electrónicos, cuyo desarrollo e influencia definirá también las estructuras humanas de los negocios y el soporte a los mismos.
Las Tesorerías son necesarias para la gestión del negocio y para ofrecer a los clientes un servicio y atención adecuados en los mercados financieros
En cualquier caso, las Tesorerías no van a perder su papel fundamental dentro de la cadena de valor de las entidades bancarias ya que son necesarias para optimizar la gestión del negocio y para ofrecer a los clientes un servicio y atención adecuados dentro del ámbito de los mercados financieros. Si esto se hace con una correcta medición y gestión de los riesgos, las entidades serán más “seguras” de lo que eran anteriormente.