Ratios de rentabilidad: ¿cuál es mejor?
Existe un mar de siglas para medir la rentabilidad de la banca. Unas son más conocidas en la industria, como ROE, ROTE o ROA. Sin embargo, las siglas se van complicando a medida que suman erres (RORWA, RAROC, RORAC, RARORAC). ¿Cuál es la más fiable para medir la rentabilidad de un banco? Demos un repaso una a una para entender su significado y aplicar la más indicada en cada caso.
Las entidades financieras tratan siempre de apostar por aquellos negocios que les generen el mayor rendimiento posible de acuerdo con el capital invertido y con el riesgo asumido.
Presentamos aquí una serie de ratios que facilitan la toma de dichas decisiones y, al mismo tiempo, dan información más ajustada de la rentabilidad que generan, teniendo en cuenta elementos como el riesgo que asumen o el capital que invierten.
Tradicionalmente para determinar la rentabilidad de un banco se mide el beneficio obtenido en relación con los fondos propios o con el activo. Así, en el primer caso, se han venido utilizando medidas estándar como el ROE ('Return on Equity' por sus siglas en inglés) o el ROTE ('Return on Tangible Equity'). Este último se diferencia del primero en que excluye del capital elementos intangibles como el fondo de comercio, emisiones convertibles o preferentes. Para poner en relación la rentabilidad de una entidad con sus activos, el ratio más utilizado es el ROA ('Return on Assets'), que pone en relación su rendimiento con los activos totales de la entidad en cuestión.
En estos casos se trata de ratios muy generales que no incorporan elementos como el riesgo o el capital invertido, elementos que dan una medida más ajustada de la rentabilidad real de una entidad.
La rentabilidad ajustada al riesgo
Otro factor que está siendo incorporado cada vez en mayor medida a la hora de calcular la rentabilidad de una entidad es el riesgo. El sector financiero, muy regulado, debe cumplir con una serie de requisitos. Como explicábamos en este vídeo, para demostrar su solvencia, las entidades financieras están obligadas por el regulador a mantener un porcentaje de capital en relación a sus activos ponderados por riesgo. Y, como también comentábamos en dicho artículo, no todos los activos bancarios tienen el mismo riesgo. Por tanto, no se debe exigir el mismo importe de capital para cada uno.
Parece lógico que, para determinar la rentabilidad de un producto, cartera o entidad, esta se calcule de forma ajustada al riesgo que está asumiendo. Así pues, la decisión de optar por desarrollar una u otra actividad cobra una importancia clave. Una asignación eficiente es aquella que maximiza la rentabilidad generada en función del riesgo asumido (y, por tanto, del capital consumido).
La rentabilidad ajustada al riesgo se puede calcular de forma muy sencilla a través del RORWA ('Return on Risk-Weighted Assets'). Este ratio es una evolución del ROA del que hablábamos al principio. La diferencia esencial es que, en vez de poner en relación el capital con los activos totales, lo relaciona con los activos ponderados por riesgo, que ya incorporan un factor de corrección en función del riesgo que asume el banco.
Más complicado es evaluar el rendimiento y relacionarlo con el capital ajustado al riesgo. Es aquí donde surge el método RAROC ('Risk-adjusted Return on Capital'), un método que busca la asignación eficiente de capital y que fue desarrollado por Bankers Trust en la década de los 70.
Gracias a este método, las entidades financieras son capaces de calcular la rentabilidad real de cada una de las actividades que desarrollan, al ponerlas en relación con el consumo de capital que conllevan. Esto les permite seleccionar y fomentar aquellas que generen mayor valor y maximizar a nivel global sus niveles de rentabilidad.
El método RAROC permite a las entidades ajustar tanto el numerador como el denominador del ROE en función del riesgo. Surgen así tres ratios que son los más comúnmente empleados por las entidades financieras.
- RAROC ('Risk-Adjusted Return on Capital'): Beneficio ajustado al riesgo/Capital.
- RORAC ('Return on Risk-Adjusted Capital'): Beneficio/Capital ajustado al riesgo
- RARORAC ('Risk-adjusted Return on Risk-adjusted Capital'): Beneficio ajustado al riesgo/Capital ajustado al riesgo.