Océano rojo y océano azul: ¿en qué se diferencian estas estrategias empresariales?
Existen dos tendencias que conviven en el mundo de los negocios, pero con fundamentos distintos. Por un lado, la estrategia de océano rojo, con un enfoque más tradicional y, por otro, la de océano azul, basada en la innovación y la diferenciación. ¿Qué herramientas utilizan para conseguir sus objetivos en un mercado cada vez más competitivo?
Estrategia de océano rojo
Se trata de una forma más tradicional de llevar los negocios que sigue vigente hoy en día. “Es un lugar donde existe un mercado definido, con competidores definidos y una forma estandarizada de dirigir un negocio, sin importar cuál sea la industria”, explica este informe de Esan Graduate School of Business (Perú). Según cuenta la empresa Launch Marketing, esta estrategia se basa en dos fundamentos: superar la competencia y aprovechar la demanda existente.
Estrategia de océano azul
Chan Kim y Renee Mauborgne, autores del libro ‘Blue Ocean Strategy’, acuñaron este término para definir un mercado en el que se reivindique, según explica la escuela de negocios IEBS, “la búsqueda de un mercado libre de competidores, donde la lucha constante por un espacio no sea necesaria”.
Con esta tendencia, las empresas no triunfan por competir directamente con las empresas de la competencia. “La clave se encuentra en la búsqueda y creación de océanos azules; mercados hasta ahora vacíos, fácilmente conquistables y de rápido crecimiento”, explica IEBS. “Persiguiendo la diferenciación y el “low cost” creamos nuevos mercados, haciendo que la competencia sea irrelevante”.
Los pilares de la estrategia de océano azul
Los autores de esta teoría defienden que “los límites del mercado y la estructura de la industria no son un hecho y pueden ser reconstruidos por las acciones y creencias de los actores de la industria”. Para llevarla a cabo proponen los siguientes pasos:
- Crear un espacio de mercado indiscutible: es decir, no recortar costos ni ajustar su producto para poder competir, sino cambiar su propuesta de valor.
- Hacer que la competencia sea irrelevante: cuando el mercado está saturado y resulta difícil abrirse camino en él, la única forma de sobrevivir es innovando con valor, mediante la diferenciación de los productos y el liderazgo en costos (conjunto de medidas que una empresa lleva a cabo para bajar los costes de producción respecto a los de la competencia).
- Crear y atraer nueva demanda.
- Diferenciarse a un precio razonable: una empresa puede tener la opción de crear más valor para los clientes, pero a un costo más alto, o un valor razonable a un costo menor. Los seguidores de la estrategia de océano azul tienen como objetivo lograr la diferenciación y, al mismo tiempo, el bajo costo.
- Alinear las actividades de la empresa para conseguir la diferenciación y el bajo coste: el foco está en la creación de valor tanto para el cliente como para la empresa, por lo que su cultura se caracteriza por la creatividad y el giro es hacia lo emocional.