El mercado de divisas: sistemas de tipos de cambio
Un sistema de tipo de cambio, o también denominado régimen cambiario, establece la forma en que se determina el tipo de cambio, es decir, el valor de la moneda nacional frente a otras. La elección de régimen cambiario es un elemento central dentro de las decisiones de política económica que adopta el gobierno de un país. El sistema cambiario tiene importantes repercusiones sobre la flexibilidad del tipo de cambio y efectos sobre otros instrumentos de la política económica.
En los mercados de divisas podemos hablar, a grandes rasgos, de tres tipos de sistemas cambiarios:
- Sistemas de tipos de cambios fijos; donde el precio de una moneda se “fija” respecto a otra, a una cesta de monedas o respecto a un metal precioso como el oro.
- Sistemas de tipos de cambio flotantes; donde el precio de una moneda respecto al resto se forma por la libre oferta y demanda del mercado y por lo tanto se dice que la flotación de una moneda es limpia (variabilidad en precio).
- Sistemas de tipos de cambios semi-fijos o mixtos (con bandas, “pegs” etc….); donde el precio de una moneda ve limitada su variabilidad o libre fluctuación estableciéndose unos límites concretos.
En función del sistema cambiario aplicado, la variación del precio de una moneda respecto a otra se puede definir según los siguientes términos:
Sistema flotante:
- Apreciación; ganancia de valor de una moneda respecto a otra (p.e. el Euro se aprecia respecto al dólar cuando su valor pasa de 1.06 dólares por euro a 1.07 dólares por euro).
- Depreciación; pérdida de valor de una moneda respecto a otra (en el ejemplo anterior el euro se aprecia mientras el dólar se deprecia; hay que entregar más unidades de dólares por un euro).
Sistema de tipos fijos o semi-fijos:
- Devaluación; pérdida de valor de una moneda por decisión de su banco central (p.e. decisión del Banco Central de China PBOC de devaluar su moneda en Agosto de 2015).
- Revaluación; ganancia de valor de una moneda por decisión de su banco central (p.e. el Banco Central de Suiza decidió abandonar el 15 de enero de 2015, el suelo del franco Suizo respecto al euro que había establecido en septiembre de 2011 de 1.2000 francos por euro y la cotización pasó de niveles cercanos a 1.2000 francos por euro a niveles de 0.8000 francos por euro, produciéndose una fuerte apreciación del franco al dejarlo flotar libremente).