Luisa Gómez Bravo: “La capacidad de BBVA de combinar rentabilidad y crecimiento es única en el sector bancario europeo”
Luisa Gómez Bravo es la directora financiera de BBVA desde septiembre de 2023. Reconoce que estos primeros meses en el nuevo cargo han sido muy intensos. No en vano, la unidad de Finance es responsable de la planificación y seguimiento financiero del Grupo, del capital, de la gestión de la liquidez y los riesgos estructurales de balance y de la relación con los inversores y accionistas del Grupo, entre otras muchas funciones. Después de un 2023 histórico en lo financiero, Gómez Bravo augura que 2024 será de nuevo un gran año para BBVA. Esto será posible, argumenta, gracias a las fortalezas estructurales del Grupo: cuenta con franquicias líderes en mercados de alto crecimiento y un foco estratégico basado en las oportunidades que brindan la digitalización, la innovación y la sostenibilidad. Y estas han sido las principales palancas del crecimiento del banco. “La capacidad de BBVA de combinar rentabilidad y crecimiento es única en el sector bancario europeo y nos diferencia de nuestros competidores”, subraya.
Pregunta: ¿Cómo han sido estos primeros meses al frente de la dirección financiera de BBVA?
Respuesta: La dirección financiera es una unidad de gran importancia en cualquier empresa y lo es más para una entidad financiera, dada su relevancia en el proceso de toma de decisiones, en el apoyo en la ejecución de la estrategia del Grupo y en la comunicación con el mercado, supervisores y reguladores y órganos sociales, entre otros. Aunque estos primeros meses han sido intensos, también han sido muy ilusionantes. Tengo la suerte de haber trabajado en el área financiera antes de ser la responsable de ‘Corporate Investment Banking’ (mi puesto anterior) y ahora vuelvo a un área donde conozco bien a los equipos y ellos me conocen a mí. Esto siempre hace más fácil el aterrizaje. Y también lo hace más fácil que el ‘momentum’ del Grupo sea tan positivo, no sólo por los resultados financieros sino también por los avances logrados en la ejecución de nuestra estrategia.
Estos meses han sido intensos porque coinciden, después del verano, una serie de procesos muy relevantes para la organización en los que el área financiera es especialmente protagonista. En concreto, el proceso presupuestario, al que le dedicamos mucho tiempo, la comunicación al mercado y supervisores con los resultados trimestrales y, recientemente, los resultados anuales de 2023, la formulación de cuentas, la planificación de capital y liquidez, la propuesta de remuneración a los accionistas… Adicionalmente, ejecutamos nuestro programa extraordinario de recompra de acciones de 1.000 millones de euros y salimos al mercado con emisiones de deuda.
"En los últimos tres años (desde 2021 a 2023) habremos repartido 13.200 millones de euros entre nuestros accionistas"
P: Con cargo a los resultados de 2023, BBVA repartirá 55 céntimos de euro por acción como dividendo en efectivo y ha puesto en marcha un nuevo plan de recompra de acciones de 781 millones de euros. ¿Qué balance haces del aumento de la retribución al accionista en los últimos años?
R: BBVA está firmemente comprometido con la creación de valor para sus accionistas, con ofrecer una remuneración muy atractiva que se traduce en un dividendo, con cargo a 2023, que es un dividendo muy elevado en perspectiva histórica. El crecimiento del dividendo en efectivo ha sido particularmente significativo en los últimos cinco años: fue de 26 céntimos de euro por acción en 2018 y ha alcanzado los 55 céntimos en 2023, más del doble. En ese mismo periodo hemos más que duplicado también el beneficio por acción recurrente (desde 0,63 euros por acción en 2018 hasta 1,32 euros en 2023), impulsado por los programas de recompra de acciones, mientras que el ‘payout’ total ha pasado del 37% del beneficio en 2018 al 50% en 2023¹. En los últimos tres años (desde 2021 a 2023) habremos repartido 13.200 millones de euros entre nuestros accionistas, entre dividendos y recompras de acciones.
En términos de revalorización de la acción más dividendos (el llamado ‘Total Shareholder Return’ o TSR), BBVA ha tenido un mejor comportamiento que el promedio de sus pares; de hecho, el TSR de BBVA ha sido del 57% en 2023, más del doble que el del índice de bancos europeos Stoxx Europe 600 Banks y también más del doble que el del promedio de sus competidores en España.
P: ¿Qué impacto están teniendo las recompras de acciones de los últimos años? ¿Cómo las percibe el mercado?
R: Desde que comenzamos a ejecutar las recompras de acciones en noviembre del 2021, hemos reducido el número de acciones en un 12%, que es una cifra muy relevante. Con el nuevo programa de 781 millones que acabamos de iniciar, estimamos que la reducción de acciones se situará en torno al 14%². Las recompras tienen todo el sentido si la acción cotiza por debajo de lo que consideramos que debería ser su valor. En el caso de BBVA, que tiene un beneficio creciente y una rentabilidad diferencial en Europa, claramente pensamos que la cotización actual no refleja el valor que pensamos que tiene nuestra acción. De hecho, el precio medio de las tres recompras de acciones que hemos cerrado hasta la fecha ha sido de 5,52 euros por acción. Hoy cotizamos en torno a los 10 euros³. Además, la reducción progresiva del número de acciones se traduce en un dividendo por acción que aumenta aún más año tras año.
"Nuestro objetivo es el crecimiento orgánico a través de nuestros pilares estratégicos: digitalización, innovación y sostenibilidad"
P: A cierre de 2023, el ratio de capital CET1 ‘fully loaded’ del 12,67% se mantiene aún por encima del rango objetivo del banco, entre el 11,5% y el 12%. ¿Qué va a hacer BBVA con ese exceso de capital?
R: Esta es una pregunta que nos hacen habitualmente los inversores. Nuestro objetivo es el crecimiento orgánico a través de nuestros pilares estratégicos: digitalización, innovación y sostenibilidad. La capacidad de BBVA de combinar rentabilidad y crecimiento es única en el sector bancario europeo y nos diferencia de nuestros competidores.
Tener una posición sólida de capital es una buena noticia para nuestros accionistas y también para los supervisores. En el caso de BBVA, la capacidad de generación de capital se basa en nuestro sólido modelo de negocio: banca minorista diversificada y con franquicias líderes que, junto con nuestra gestión prudente de los riesgos, generan resultados recurrentes y niveles crecientes de rentabilidad. Somos uno de los bancos más rentables de Europa, con un ROE del 16,2% y un ROTE del 17%, con cifras del cierre de diciembre de 2023.
A futuro, seguiremos invirtiendo en crecimiento rentable bajo estrictos criterios de creación de valor, a la vez que mantendremos una remuneración atractiva para nuestros accionistas. Así, en la medida que sigamos generando capital en exceso continuaremos distribuyéndolo con el objetivo de generar un valor incremental para nuestros accionistas, como hemos venido haciendo en los últimos años.
P: Parece que los tipos de interés han tocado techo y se contemplan ya bajadas tan pronto como este año. ¿Qué impacto puede tener en las cuentas de BBVA?
R: El mercado espera que las primeras bajadas de tipos, tanto en EE. UU. como en Europa, tengan lugar este año. Por tanto, sí, prevemos un retorno progresivo a un nivel de tipos de interés más bajo. Esto supondrá un cierto estrechamiento de los diferenciales de la clientela pero, por otro lado, debería ser positivo a futuro para conseguir un mayor crecimiento de la actividad y mejores métricas de calidad crediticia.
En concreto, para prepararnos para este entorno, se ha hecho un muy buen trabajo por parte de los equipos de gestión financiera para cubrir y mitigar estos impactos en el margen financiero en los distintos países. Este es el caso claro de España. En México, además, seguiremos teniendo un dinamismo de actividad y demanda de crédito que continuará apoyando el crecimiento de nuestro negocio. Y en todos los países hemos mantenido y mantendremos una estrategia proactiva de crecimiento y ganancia de cuota, especialmente en aquellas carteras más rentables. Por todo ello, confiamos en que 2024 volverá a ser un gran año para BBVA.
Luisa Gómez Bravo, directora financiera de BBVA.
P: ¿Cómo perciben al banco los inversores institucionales?
R: Los inversores institucionales valoran muy positivamente la consistencia del Grupo en la ejecución de su estrategia a lo largo de los últimos años, así como la transparencia y coherencia de nuestra comunicación y, por supuesto, la historia de rentabilidad combinada con crecimiento que he comentado anteriormente, y que nos permite mantener una atractiva política de remuneración a nuestros accionistas.
Nuestro foco estratégico nos ha permitido cerrar 2023 alcanzando un nuevo récord en términos de beneficio atribuido de 8.019 millones de euros, incrementando el valor tangible por acción más dividendos, métrica clave de la generación de valor para nuestros accionistas, en más de un 20% con respecto a 2022.
Buena prueba de todo ello es la evolución de la acción donde, como ya he mencionado anteriormente, el TSR ha sido más del doble que el índice de bancos europeos Stoxx Europe 600 Banks y también más del doble que el del promedio de nuestros competidores en España. También lo es la acogida extraordinaria que han tenido las últimas emisiones de deuda realizadas por el Grupo, con niveles de sobresuscripción muy notables. En este sentido, me gustaría destacar especialmente que, en junio de 2023, conseguimos reabrir las emisiones de CoCos o instrumentos AT1 después del evento de Credit Suisse por la que obtuvimos el premio al bono financiero europeo del año otorgado por IFR (International Finance Review). Este año seguimos en la misma senda y, en apenas dos meses, hemos hecho emisiones por un total de 6.200 millones de euros en mercados internacionales, incluyendo de T2 en BBVA, S.A., en México, en Perú y en Turquía así como una emisión dual de BBVA, S.A. ‘Senior Preferred’ y ‘Senior Non Preferred’ en dólares.
"Para nosotros, la sostenibilidad es una ventaja competitiva que llevamos tiempo desarrollando"
P: Desde el punto de vista del área financiera, ¿qué retos y oportunidades tiene la descarbonización para BBVA?
R: La sostenibilidad está en el centro de la estrategia de BBVA: queremos acompañar a nuestros clientes en su transición hacia un futuro sostenible. Nos hemos marcado la meta de canalizar 300.000 millones de euros de financiación sostenible entre 2018 y 2025, objetivo que hemos triplicado desde que lo establecimos. La senda de consecución año tras año supera con creces nuestras previsiones. Desde el área financiera tenemos el objetivo de facilitar la ejecución efectiva de las prioridades estratégicas del banco, incluida la sostenibilidad, asegurando una asignación eficiente de los recursos, las inversiones y el capital hacia las mismas. La oportunidad de negocio aquí es muy relevante y requiere que llevemos a cabo inversiones en nuestros procesos que mejoren el servicio que damos a los clientes, identificando de forma temprana sus necesidades. Para nosotros, la sostenibilidad es, además, una ventaja competitiva que llevamos tiempo desarrollando.
Por otro lado, en el área de Finanzas, tenemos los retos de medición y seguimiento de un ámbito nuevo de información no financiera y su comunicación y ‘reporting’ al mercado y a los supervisores. Tenemos requerimientos normativos de desglose de información en el marco de la taxonomía europea y en el marco prudencial. Estos temas están evolucionando a mucha velocidad y debemos estar en continua adaptación. Esta información es relevante a efectos de cumplimiento normativo y también es esencial para la gestión del negocio y, por supuesto, para la gestión de los riesgos, por ejemplo, en el ámbito del cambio climático.
"Cuanto más crece nuestra actividad, más impacto positivo tenemos en la sociedad"
P: ¿Cómo casa la rentabilidad de un banco como BBVA con el impacto que tiene su actividad en el bienestar social y el desarrollo económico?
R: Las empresas generan crecimiento económico y progreso a través de la inversión y contribuyen, así, a que las sociedades prosperen. Los bancos, por su parte, jugamos un papel fundamental en este proceso, porque financiamos esa inversión y la canalizamos hacia la economía productiva, generando crecimiento. Uno de los factores que más contribuye al desarrollo económico y social a largo plazo de las sociedades es la inversión privada. Pero para que haya inversión privada hace falta financiarla. La financiación la proveemos los bancos y, para que esto sea posible necesitamos ser rentables. Por ello, cuanto más crece nuestra actividad, más impacto positivo tenemos en la sociedad.
Una forma muy clara de ver esto es analizar a dónde van nuestros ingresos: cerca del 60% del margen bruto lo dedicamos a tres cosas: a pagar el sueldo de las más de 120.000 personas que trabajamos en el banco, a pagar a nuestros proveedores y a hacer frente a las provisiones de crédito por posibles impagos de clientes. El resto de nuestros ingresos, que se corresponde con el beneficio antes de impuestos, se distribuye aproximadamente en tres tercios. Un tercio (4.000 millones de euros en 2023) es el gasto por impuesto de sociedades, que es una contribución directa a la sociedad. En torno a otro tercio (otros 4.000 millones), se distribuye, vía dividendos y recompras de acciones, entre nuestros casi 800.000 accionistas, muchos de ellos familias y pequeños ahorradores. Y el último tercio, los restantes 4.000 millones, lo reinvertimos en el negocio para seguir aumentando el crédito a familias y empresas, e incrementar así nuestro impacto positivo en la sociedad en todos los países en los que estamos presentes.
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