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Actualidad 25 febrero 2025

"Logros y desafíos tras una década de resolución europea"

Europa cumple diez años de la puesta en marcha de un sistema de supervisión para que los bancos absorban pérdidas en caso de crisis y evitar que los estados tengan que acudir a su rescate. Sin duda, se ha avanzado mucho en esta década: los bancos han aumentado significativamente su resiliencia, cumplen con requerimientos de deuda con capacidad de absorción de pérdidas (MREL) y han diseñado y puesto a prueba planes de recuperación y de resolución. Además, Europa ha ganado algo de experiencia con la aplicación real del marco de resolución en los casos de Banco Popular y Sberbank.

En 2025 se cumple el décimo aniversario de la creación de la Junta Única de Resolución (JUR) que junto con las autoridades nacionales de resolución forman el Mecanismo Único de Resolución (MUR) que es el segundo de los tres pilares en el que se basa la unión bancaria, siendo el primero el mecanismo único de supervisión, y el tercero, y aún pendiente, el fondo de garantía de depósitos común. A la JUR se le confieren competencias de resolución centralizadas en la unión bancaria, y es responsable del funcionamiento eficaz y coherente de este mecanismo, trabajando estrechamente con las autoridades nacionales de resolución, y repartiendo así responsabilidades para trabajar de forma proactiva en la preparación ante las crisis, la planificación de la resolución y la mejora de la resolubilidad de los bancos europeos grandes y pequeños.

A la JUR se le confieren competencias de resolución centralizadas en la unión bancaria, y es responsable del funcionamiento eficaz y coherente de este mecanismo

La creación de este marco institucional junto con un sólido paquete normativo compuesto por la Directiva de recuperación y resolución de en­­tidades de crédito (BRRD I y BRRD II, por sus siglas en inglés) y el Reglamento del MUR, ha propiciado en la última década una transformación cabal del marco normativo para gestionar las crisis bancarias. Este marco se creó para garantizar que las entidades dispongan de medidas que les ayuden a recuperarse de las dificultades financieras, y que puedan seguir cumpliendo con sus principales funciones críticas si finalmente resultan ser inviables (o existe una alta probabilidad de serlo). El objetivo general es preservar la estabilidad financiera y minimizar los costes que soportan los contribuyentes por toda entidad financiera inviable. Pasados 10 años de la creación del MUR, es un buen momento para reflexionar sobre sus logros, pero principalmente sobre lo que aún resta por conseguir, y la estrategia a seguir en materia de resolución.

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Actualmente se está negociando una nueva revisión del marco de gestión de crisis y garantía de depósitos para los bancos, conocido como CMDI por sus siglas en inglés. La revisión incluye un amplio conjunto de medidas destinadas, en particular, a mejorar el proceso de resolución de los bancos pequeños y medianos. Esto se debe a que en varias ocasiones, las crisis en este tipo de bancos fueron resueltas usando procedimientos de insolvencia nacionales, en lugar de acudir al marco de resolución europeo. Además, esta reforma constituye un paso más hacia la culminación de la unión bancaria, según lo acordado por el Eurogrupo en junio de 2022. Pero las negociaciones están siendo complicadas en las instituciones europeas, con posiciones encontradas, y mucha oposición en varios estados miembros.

Actualmente se está negociando una nueva revisión del marco de gestión de crisis y garantía de depósitos para los bancos, conocido como CMDI por sus siglas en inglés.

Aparte de la creación de un seguro de depósitos común, hay otros temas pendientes sobre los que es necesario reflexionar. En primer lugar, se necesita un régimen de insolvencia único y armonizado para bancos de la UE que haga que las liquidaciones a nivel nacional sean rápidas, eficientes y comparables entre distintos estados miembros. Esta propuesta estaría en línea con lo que defienden tanto organismos internacionales (FMI o BIS), como autoridades europeas. En segundo lugar, es necesario contar con un mecanismo de liquidez en resolución con un 'backstop' público creíble y robusto, con la capacidad de inyectar suficiente liquidez al sistema bancario como para poder afrontar una situación de crisis de una entidad sistémica global, o de varios bancos medianos al mismo tiempo. Prueba de ello fueron las turbulencias financieras del año pasado, que nos han enseñado que una entidad pequeña también puede generar un problema en el sistema bancario.

Por estas razones, no hay que ser complacientes, a pesar de los logros alcanzados. La JUR ha presentado una nueva visión estratégica para el 2028, iniciando así un giro en sus prioridades para centrarse más en cuestiones relacionadas con la operacionalización de la resolución. Esta nueva estrategia marca un cambio de rumbo claro para la JUR, que es el resultado de un proceso de reflexión conjunto con las autoridades nacionales de resolución y otros agentes afectados. Se inicia de este modo una nueva fase de trabajo en la que la JUR y las autoridades nacionales de resolución transitarán desde una primera fase que se centró más en los elementos clave de la planificación y la preparación de la resolución, hacia otra en la que se potenciará un mayor enfoque en la operacionalización, los simulacros y la preparación de crisis, con la finalidad de que los planes y estrategias de resolución estén listos para ser implementados en poco tiempo, lo que permitirá estar aún más preparados y mejorar la resiliencia ante las crisis en Europa.