La formación de los trabajadores se traduce en una ventaja competitiva para las empresas, ya que la formación incrementa la competitividad de la organización y la eficiencia de los empleados. Llegados al punto en el que las empresas no quieren gastar, pero sí formar a los trabajadores, la solución pasa por iniciativas como las que ofrece la Fundación Tripartita, que incluye cursos gratuitos y créditos para la formación, para que las empresas puedan formar a sus trabajadores en las competencias que consideren más interesantes.
Políticas corporativas
La buena evolución del margen de intereses, el control de los gastos y los menores saneamientos han impulsado este crecimiento. En la última parte de 2014 la fortaleza de los ingresos se notó especialmente, con récord en los márgenes.