El Consejo de BBVA ha presentado una nueva Política de Remuneración para los consejeros ejecutivos que, de ser aprobada por la Junta General de Accionistas el próximo 17 de marzo, será aplicable entre 2023 y 2026. La política incluye un nuevo modelo de retribución variable, en línea con las mejores prácticas del mercado, que será igualmente aplicable a la alta dirección. La retribución variable se compone de un incentivo a corto plazo y otro a largo plazo, que priorizará la creación de valor y la rentabilidad sostenida en el tiempo, para el accionista y para el Grupo BBVA. El incentivo a largo plazo tendrá en cuenta, entre otros, indicadores de sostenibilidad y diversidad: el grado de descarbonización de la cartera en determinados sectores y la evolución del porcentaje de mujeres en puestos directivos.