¿Cómo es el balance de un banco?
El balance de un banco está formado por activos y pasivos aunque su actividad lleva que tenga diferencias significativas respecto a los balances de empresas no financieras
El pasivo y el neto de un banco
El neto está compuesto por el capital social del banco (lo que han puesto los accionistas) y por las reservas. Las reservas son beneficios acumulados a lo largo de los años que no han sido repartidos entre los accionistas.
En el pasivo podríamos incluir también los bonos y empréstitos que el banco haya emitido, así como préstamos que pueda haber recibido a lo largo del tiempo. También podríamos incluir aquí las participaciones preferentes, acciones recuperables y demás formas que tienen las empresas de obtener financiación. Hasta aquí, el pasivo y neto del banco no se diferencia mucho del de otras grandes empresas.
La diferencia principal viene en los depósitos a plazo y a la vista que hacen en los bancos comerciales los ahorradores. Aunque para el cliente del banco el dinero que tiene en la cuenta sea simplemente dinero, para el banco es un derecho que el cliente tiene sobre el mismo. Los depósitos a la vista pueden ser convertidos en dinero cuando quiera el titular, por tanto se consideran dinero. Los depósitos a plazo sólo pueden ser retirados en el plazo acordado.
El activo de un banco
El activo de un banco se puede dividir en dos grandes grupos, el encaje, activo rentable y activo no rentable. El encaje es dinero legal y depósitos en el banco central (en España es El Banco de España) que pueden ser convertidos en dinero legal en cualquier momento. El encaje es completamente líquido, pero no es rentable.
Entre los activos rentables podemos encontrar créditos a corto y a largo plazo a particulares (al consumo, hipotecarios…) y también créditos a empresas. Tradicionalmente se trata del principal negocio del banco, y aquello que les proporciona mayor rentabilidad.
Otros activos pueden ser letras del tesoro público, (a corto, medio y largo plazo) y valores y activos financieros adquiridos en los mercados. Entre estos puede haber tanto deuda emitida por otras empresas y bancos como futuros y derivados. En algunos bancos es muy importante la presencia de los valores industriales, mientras que en otros se prefiere financiar a las empresas mediante deuda a largo plazo.
Por último tenemos otros activos no rentables, que son similares a los de las demás empresas, como bienes inmuebles (edificios de oficinas, locales de sucursales que no estén alquilados), propiedad industrial (software, logos y marcas..), maquinaria (máquinas de contar el dinero, cajas fuertes), ordenadores, mobiliario, etc. No obstante estos activos son residuales comparados con el resto de los activos.