BBVA refuerza su Estrategia Fiscal priorizando la sostenibilidad y el buen gobierno corporativo
BBVA ha actualizado la Estrategia Fiscal del Grupo, cuya versión previa databa de 2015. La entidad responde así al creciente interés por parte de analistas e inversores, así como de la sociedad en general, por las decisiones de las empresas con impacto en aspectos medioambientales, sociales y de buen gobierno. Además de incorporar criterios ESG en la toma de decisiones fiscales, la nueva estrategia refuerza el modelo de gobierno, supervisión y control con la creación de un órgano específico de cumplimiento tributario.
“Los impuestos son para nosotros algo más que una obligación legal o una línea de gasto en la cuenta de resultados; constituye una de las contribuciones más importantes de BBVA al bienestar social”, asegura José María Vallejo, director de la Asesoría Fiscal del Grupo BBVA.
BBVA está firmemente comprometido con el pago de impuestos. Su Estrategia Fiscal recalca este compromiso. “Hemos actualizado nuestra Estrategia para explicitar que en todas nuestras decisiones fiscales realizamos un análisis ESG, y para reforzar la certeza de que se pagan los impuestos debidos en las jurisdicciones en las que creamos valor”, añade el directivo.
Junto a los principios de integridad, prudencia y transparencia vigentes desde 2015, el Consejo de Administración de BBVA ha querido sumar otros tres en esta actualización de la Estrategia Fiscal del Grupo que implican:
- Consecución de un negocio rentable y sostenible a largo plazo, para lo que resulta esencial el apoyo de la función fiscal a las áreas de negocio.
- Importancia de incorporar los impactos medioambientales, de carácter social o que afecten al gobierno corporativo de la entidad (los llamados criterios ESG) también en el ámbito tributario, para posibilitar una verdadera creación de valor a largo plazo para todos los grupos de interés.
- Cumplimiento de la legalidad vigente, atendiendo no sólo a la letra de la norma, sino también a su espíritu. A este respecto, cabe destacar el espíritu de cooperación de BBVA en sus relaciones con las autoridades tributarias y en la clarificación interpretativa de las normas.
Adicionalmente, la renovada Estrategia Fiscal del Grupo refuerza el modelo de gobierno, supervisión y control fiscal. En este sentido, BBVA contará a partir de ahora con un órgano específico de cumplimiento tributario, compuesto por el responsable de la función fiscal del Grupo, el responsable del área de riesgos no financieros y el responsable de control interno financiero del Grupo. Su función será la de intensificar el seguimiento, favorecer la coordinación y proponer mejoras en el cumplimiento y en el control de los riesgos fiscales.
Por último, cabe destacar el papel de todos los empleados como piezas fundamentales del modelo de cumplimiento fiscal. En este sentido, la política fiscal tiene su reflejo en el Código de Conducta de BBVA y se ponen a disposición de este ámbito los canales de comunicación y denuncia ya existentes.
BBVA, siempre a la vanguardia de los estándares fiscales más exigentes
BBVA se convirtió en 2012 en la primera empresa del Ibex 35 en publicar su Informe de Contribución Fiscal Global, como muestra de su compromiso con la transparencia en el pago de tributos. En 2022, BBVA contribuyó con un récord de impuestos de casi 11.000 millones de euros entre tributos propios y de terceros, un 33% más que el año anterior.
La entidad dio un paso más en 2015 con la aprobación y publicación de su primera Estrategia Fiscal para todo el Grupo. Esta Estrategia situaba a BBVA a la vanguardia de los más altos estándares fiscales, en un momento en el que desde la OCDE y el G20 se estaban debatiendo los llamados estándares BEPS para luchar contra la erosión de la base imponible y el traslado de beneficios (en inglés, ‘base erosion and profit shifting’).
BBVA se convirtió, hace ya más de un año, en el primer banco español en lograr la certificación de cumplimiento tributario de AENOR, que se otorga conforme a los requisitos establecidos en la Norma UNE 19.602, los más exigentes a nivel internacional; y ha sido reconocido en numerosas ocasiones por sus buenas prácticas fiscales.