Economía de Uruguay mostrará un pobre desempeño este año y una recuperación moderada en 2017
La actividad económica de Uruguay apenas crecería 0,7% en 2016 y recién se recuperará en 2017 (1,5%) de la mano del sector externo y la inversión. La conjunción de los indicadores de confianza del consumidor en el umbral del “atendible pesimismo”, un mercado laboral deteriorado con tasas de desempleo en alza y salarios reales que no mostrarán crecimiento este año, dan claras señales sobre la escasa probabilidad de que el consumo pueda dinamizar el nivel de actividad durante este año.
De acuerdo con el informe Situación Uruguay elaborado por BBVA Research, en 2016 el déficit fiscal se mantendrá en 3,5% del PIB. A los menores ingresos producto de la desaceleración económica y la inflexibilidad del gasto a la baja se le suma la necesidad de atender las contingencias ocurridas en la ciudad de Dolores. Sin embargo, el gobierno ha mostrado un cambio de prioridad en la atención de los desequilibrios macroeconómicos, tomando la decisión de cuidar el “Investment Grade” y las cuentas públicas, pasando a primer lugar el balance fiscal aún a costa de permitir un desvío mayor en la inflación.
En 2016 continúa mejorando la cuenta corriente. Términos de intercambio favorables junto al cambio en la matriz energética que contribuyen a la reducción del déficit comercial, además del renovado aporte del Turismo. Este año la cuenta corriente alcanzará un déficit de 3,3% del PIB y una mejora adicional se verá en 2017, aquí el turismo jugará un papel más importante, en particular por los visitantes de nacionalidad argentina que representan más del 50% del total.
La inflación se mantendrá elevada en 2016 y 2017, alcanzando 9,2% y 8,7% respectivamente. De esta manera se volverá a incumplir con el objetivo inflacionario de 3% a 7% en los próximos dos años. La desaceleración de la actividad económica y la maduración de las negociaciones salariales, bajo el nuevo esquema, morigeran la inercia inflacionaria en el mediano plazo. El BCU reforzó el perfil contractivo de la política monetaria, mientras esperamos una política fiscal menos expansiva.
En sintonía con las monedas de la región, el peso uruguayo perderá valor frente al dólar que cotizará a $35,2 por unidad a fin de 2016 y $ a 37,1 en 2017. A pesar de esta depreciación Uruguay sumará ganancias en su productividad por la recuperación de las monedas de Argentina y Brasil.