Economía española: incertidumbres y grandes desafíos
‘La economía en un entorno repleto de incertidumbres’ ha sido el título elegido para la conferencia impartida en el XXIX curso de economía para periodistas de información económica (Apie). En este foro, Rafael Doménech, economista jefe de economías desarrolladas de BBVA Research, ha asegurado que "España se enfrenta a retos importantes en los próximos años, puesto que debe consolidar la recuperación en marcha y aspirar a progresar e ir más allá de donde estaba antes de la crisis en términos de empleo y prosperidad".
A pesar de que España ha crecido en 2015 un 3,2%, y se han creado 525.000 puestos de trabajo reduciéndose la tasa de paro 2,8 puntos, el periodo de incertidumbre que estamos viviendo pone en peligro este crecimiento y demanda llevar a cabo en la próxima década una serie de medidas, entre las que destaca reducir la tasa de desempleo estructural y mejorar la productividad.
Crear empleo es uno de los desafíos más importantes y urgentes para España. Si en los próximos cuatro años la tasa de desempleo se redujera al mismo ritmo anual que en 2015, a finales de 2019 podría disminuir hasta el 9,7%. Una tasa todavía superior a la alcanzada antes del inicio de la crisis y muy por encima de la observada en los países avanzados que nos deben servir de referencia en el funcionamiento del mercado de trabajo.
La principal incertidumbre a día de hoy es que no hay una garantía de que el actual proceso de recuperación continúe en el futuro a la misma velocidad que en 2015. Son muchos los motivos que llevan a esta afirmación, entre ellos, un escenario global menos favorable y más incierto. El mundo va a crecer cerca de un 3%, una tasa significativamente menor que el 4% de media entre 2000 y 2011. “Es probable que una parte desaceleración de la economía mundial sea permanente, como consecuencia del menor crecimiento potencial de las economías desarrolladas y emergentes”, ha explicado Doménech.
Rafael Doménech, Economista Jefe Economías Desarrolladas de BBVA
El reto de la mayor parte de las economías es llevar a cabo reformas estructurales apropiadas que liberen el potencial de crecimiento. En el caso de España es necesario seguir con la modernización de su economía. “La distancia de España a otros países en términos de empleo y de productividad es tan grande que, incluso en un escenario de estancamiento secular en los países que están en la frontera en términos de renta per cápita, el escenario internacional sería un problema secundario”, ha asegurado Doménech.
El principal reto para España es reducir los 20 puntos porcentuales en términos de empleo y otro tanto en productividad que le separan con respecto a EE.UU. Estas deficiencias se deben, principalmente, a la dualidad que existe entre la parte de la economía española que es tan productiva y competitiva como en otras sociedades avanzadas, y el resto, más ineficiente y alejada de las mejores prácticas mundiales.
Reformas inevitables para España
Si España lleva a cabo las reformas estructurales apropiadas podrá crecer, aumentar su bienestar y reducir la desigualdad durante décadas. Por lo tanto, el reto está en reducir la tasa de desempleo estructural inaceptable (equivalente en promedio al 15,5% durante los últimos 35 años, en comparación con el 5% o 6% de otros países avanzados), mejorar la calidad del empleo, aumentar la competencia, reducir la corrupción y las cargas administrativas, aumentar la eficiencia del sector público, mejorar su estructura tributaria, avanzar hacia regulaciones más sencillas y transparentes y eficaces, garantizar una justicia eficaz, y eliminar las barreras para el crecimiento empresarial y la internacionalización, aumentando su capacidad de innovación y transformación digital.
En la situación actual es de vital importancia reducir las incertidumbres políticas existentes y constituir un gobierno estable para continuar con el programa de reformas. España necesita un diagnóstico preciso de los retos, determinación en las reformas adecuadas, eficiencia en su ejecución y capacidad para convencer a la sociedad de su necesidad con un relato realista pero esperanzador. “Solo así podremos consolidar la recuperación y, sobre todo, aspirar a progresar e ir mucho más allá de donde estábamos antes de la crisis en términos de empleo y prosperidad”, concluyó Domenech.