La economía colaborativa llega a la banca
Dos de los modelos de negocio de los que más se ha oído hablar en los últimos meses a causa de su naturaleza disruptiva con respecto al resto de actores de su sector han sido Uber y Airbnb. Por el contrario, no parece que eso vaya a pasar a corto plazo con alguna marca o plataforma de banca. Y precisamente por ello deberían interesar a los miembros de dicha industria: ambas compañías encarnan varias tendencias en alza en el mundo de los servicios 2.0: focalización en el cliente, social, en la nube, móvil, etc.
Ambas marcas han sabido subirse a lomos de un nuevo paradigma de consumo, la economía colaborativa, que representa un nuevo contrato social entre usuario y compañía, y una nueva forma de satisfacer las necesidades del primero.
Pero, en definitiva, ¿qué tiene todo esto que ver con la banca?
Revolución de imagen
Son muchos los analistas que señalan que, cada vez más, los servicios financieros van camino de convertirse en 'commodities'; esto es, en servicios con una oferta tan amplia como reducida será su diferenciación. Frente a esto, las nuevas compañías ofrecen una 'narrativa' que induce un sentimiento de pertenencia y comunidad. Ser usuario de estos servicios tiene poco que ver con entrar en cualquiera de las miles de inmobiliarias o sucursales bancarias, indistinguibles entre sí: por contra, usar estas 'apps' te conecta con otros usuarios, revalorizando la marca en el proceso.
Revolución de servicios
“Existe el riesgo real de que los bancos dejen de ser la fuente de financiación principal para los préstamos personales y las pequeñas empresas. [...] Las plataformas de 'crowdfunding' podrían evolucionar de forma natural hasta convertirse en la fuente principal de servicios financieros para las nuevas generaciones [...]. Es una tecnología disruptiva para la industria bancaria que tiene el potencial de desplazar a los bancos como la fuente principal de financiación de personas y pequeñas empresas”
Pero la banca no tiene que aprender únicamente de los nuevos gigantes de otros sectores. En sus cercanías han ido creciendo en estos años nuevos actores, hasta ahora pequeños e ‘ignorables’, pero que podrían estar demostrando una sorprendente capacidad de adaptación y crecimiento.
Por ejemplo, los servicios de préstamos P2P ya no se limitan únicamente a pequeños anticipos ni a la financiación al consumo, sino que proyectos como Social Finance han entrado de lleno en el segmento de los préstamos estudiantiles (con 1.300 millones de dólares en préstamos refinanciados) y para compra de primera vivienda (anunció ya en octubre de 2014 la superación de la barrera de los mil millones en préstamos financiados, convirtiéndose en el operador que más rápidamente llegaba a esa cifra). Por su parte, Funding Circle(un 'marketplace online' que permite a los ahorradores prestar dinero directamente a PYMES en del Reino Unido) ya ha prestado casi 509 millones de libras a 5000 empresas.
En su informe ‘The Sharing Economy’ (PDF), el Observatorio de Innovación Empresarial de la Comisión Europa, avisa de que “el mercado de préstamos peer-to-peer se transformará en una economía paralela a la de la banca convencional” y recuerda que ésta también tendrá que ”adaptarse a las necesidades cambiantes de sus clientes, presentando sus propias plataformas 'online'. Los clientes quieren tener más control sobre su dinero y poder determinar bajo qué condiciones adquieren o proporcionan un préstamo”.
A este respecto, el informe destaca el ejemplo de la plataforma de préstamos P2P Fixura, señalando que “la carga administrativa, ya sea para otorgar un préstamo o para adquirirlo, es baja en comparación con los sistemas de préstamo convencionales. Además, te permite arreglar todo cómodamente desde casa. Por otra parte, a diferencia de los usuarios de sistemas de inversión o préstamos convencionales, los prestatarios y los prestamistas pueden establecer sus propios términos y condiciones”. Se destaca, también, que la automatización a la hora de emparejar a estos sin necesidad de que intervengan empleados de la plataforma reduce significativamente los costes.