Draghi: un balance de su mandato al frente del BCE
Sonsoles Castillo, de BBVA Research, explica cuáles han sido los determinantes durante el mandato de Mario Draghi al frente del BCE (Banco Central Europeo). Sin duda, su mandato ha sido el más complicado de la corta historia del banco central. Se ha tenido que enfrentar a muchos desafíos pero, sobre todo, dos de ellos han sido especialmente importantes: el riesgo de deflación en la eurozona y el riesgo de ruptura del euro.
Es muy importante destacar que el BCE se ha enfrentado a estos desafíos en un marco bastante restrictivo. El diseño de la eurozona no era el óptimo para afrontar estos problemas. Y eso, sin lugar a dudas, ha tenido un impacto en las medidas que ha tomado este organismo. Primero, en gran medida explica por qué ciertas medidas se han adoptado tarde; y segundo, explica por qué algunas de estas medidas no han tenido el impacto deseado.
¿Qué habría que destacar de la gestión de Draghi?
Draghi pasará a la historia por su famosa frase: “Whatever it takes”. Fueron las famosas palabras que salvaron al euro. En la gestión de Draghi al frente del BCE, sin duda, lo que hay que destacar es su flexibilidad y su pragmatismo, algo que contrasta muy claramente con la rigidez que tenía la institución en los mandatos anteriores. También hay un buen punto de astucia que el mandatario ha dejado ver en algunas de las decisiones que ha tomado durante su mandato.
¿Qué aspectos parecen más cuestionables de su gestión?
Hay dos aspectos que quizá podrían ser más cuestionables de las decisiones que ha tomado el BCE, en estos últimos ocho años. El primero de ellos es, ¿por qué el BCE no hizo alguna retirada, aunque fuera parcial, de las medidas de estímulo monetario en el año 2017? Era un año en el que la economía europea estaba creciendo por encima de su potencial y la inflación estaba convergiendo al objetivo. Esta es una de las cuestiones que quedan abiertas. De hecho, esa retirada parcial de los estímulos podría haber permitido tener margen para afrontar la desaceleración que tendríamos en estos próximos años.
Un segundo punto que quizá podría ser también cuestionable es el paquete de medidas que se tomó en la última decisión de política monetaria de septiembre. Cabe plantearse si la situación de la economía europea ameritaba tomar decisiones tan agresivas, sobre todo generando una división dentro del Consejo de Gobierno del BCE.
Por último y no menos importante, el tema del impacto de los tipos de interés negativos: es un tema sobre el que todavía sabemos poco y, sin lugar a dudas, va a ser un asunto de debate en los próximos años.
¿Cómo se calificaría el mandato de Draghi?
Las medidas adoptadas por el BCE, en estos últimos años, con Draghi al frente han suscitado muchas críticas desde algunas jurisdicciones, pero también muchos elogios. Sin embargo, se puede decir que el mandato ha sido exitoso, y sería injusto que se juzgue por no cumplir el objetivo de inflación en la eurozona. El mandato debería ser calificado en base a lo que la acción del BCE ha logrado evitar. Dicho esto, los retos hacia adelante son importantes, Lagarde toma el relevo y Draghi ha dejado el listón muy alto.