Dos jóvenes queseras que reivindican el medio rural como la mejor forma de vida
Beatriz y Natalia son gemelas que comparten todo y no únicamente su casi idéntico aspecto físico. Estas hermanas canarias siguen viviendo Tejeda, el pueblo de Gran Canaria donde se criaron y en el que continúan elaborando quesos artesanales, tal como lo hicieron sus abuelos y sus padres. Las jóvenes de 24 años reivindican el medio rural como una forma de vida alternativa que las nuevas generaciones no deberían abandonar.
Hace cuatro años, cuando tan solo tenían 21 años, Bea (como le gusta que la llamen) y Natalia decidieron embarcarse en la aventura de elaborar quesos artesanales. Una forma de ganarse la vida que conocen desde pequeñas por su abuela y su padre, y a la que siempre han sabido que se dedicarían. Tras cumplir con el consejo paterno de completar sus estudios académicos superiores, ya no quedaban más excusas para no poner en marcha Ganadería Naroy, una empresa de quesos de cabra y de oveja, tanto curados como semicurados, que cuenta con una producción anual de 9.720 kg. La calidad del producto y la artesanía son elementos esenciales del negocio y, para ello, emplean el mismo proceso de elaboración de su abuela e incluso conservan algunos utensilios suyos como la ordeñadora y la quesera. “Se trata de mantener un modo de vida”, aseveran las jóvenes emprendedoras.
El despertador debe de sonar antes de las seis de la mañana porque a esa hora ya están listas para comenzar las labores del día. Su rutina consiste en encerrar el ganado (un conjunto de 200 cabras majoreras y 200 ovejas canarias) en el corral, ordeñarlo y, más tarde, pastorear para complementar su alimentación. En línea con su principio de calidad, las hermanas ponen mucho cuidado en la alimentación natural del ganado, que se completa a partir del pastoreo, la trashumancia de verano y un aporte alimenticio de millo, avena o soja, debido a la escasez de lluvia. Por supuesto, la fabricación de los quesos en la quesería y su actividad en la cueva de maduración donde “mimamos los quesos”, es decir, donde los limpian y los viran hasta su puesta en venta como productos curados y semicurados, son otras tareas imprescindibles de su día a día.
Esta actividad artesanal exige gran esfuerzo físico durante largas jornadas que comienzan antes del amanecer: “No es fácil llevar una empresa y menos con 21 años. Requiere muchas horas, empeño y constancia”. Sin embargo, en su opinión, es un esfuerzo que merece la pena porque “cuando disfrutas con lo que estás haciendo, no te supone un trabajo como tal”.
Beatriz y Natalia, junto a Joan Roca en la presentación en Madrid del libro 'Raíces'.
Un modo de vida alternativo
Estas dos hermanas canarias defienden el estilo de vida rural frente al urbano. “Estar en constante contacto con la naturaleza, respirar aire puro o disfrutar de un atardecer”, a su juicio, son solo algunas de las bondades de las que uno puede disfrutar más fácilmente cuando vive en zonas rurales. En cuanto al espíritu festivo, tienen claro que no es incompatible con vivir en el campo: “nosotras empalmamos la fiesta con el trabajo”, comentan las jóvenes.
Sin embargo, son también conscientes de que ganarse la vida en el campo no es cosa sencilla. Ellas mismas reconocen que, en ocasiones, se han planteado tirar la toalla debido a las trabas administrativas y al fenómeno de la despoblación que trae consigo escasez de recursos, servicios y trabajo. Por ello, reclaman a la administración pública más incentivos, sobre todo, dirigidos a las nuevas generaciones con el fin de que “el medio rural no se quede abandonado”. Ahora bien, el apoyo de su familia, la ubicación de Tejeda junto con su atractivo turístico, por los paisajes y monumentos naturales, han sido cruciales para continuar el negocio pese a los efectos negativos de la España vaciada.
Todo este esfuerzo les ha valido para participar en el libro ‘Raíces. Diálogos entre el productor y la cocina’, al que se refieren como “un reconocimiento a todos los que nos dedicamos a producir alimentos de calidad, mantenemos vivas las tradiciones y conservamos el medio que nos rodea apostando por la sostenibilidad”. ‘Raíces’ es un libro gastronómico escrito por el chef Joan Roca y el periodista Ignacio Medina e ilustrado por el fotógrafo Sacha Hormaechea para ahondar en las raíces de la cocina española, a través de las historias de los más de 20 productores que llenan la despensa de El Celler de Can Roca. Este trabajo, que también incluye recetas, ha sido posible gracias a la colaboración de BBVA con los hermanos Roca, propietarios de El Celler de Can Roca, restaurante situado en Girona que cuenta con tres estrellas Michelin.