Dos claves esenciales para superar el miedo a hablar en público
Todo el mundo puede hablar en público. Para ello es fundamental gestionar los miedos que aparecen cuando hay que realizar una presentación, una ponencia o un discurso. Superarlos es fundamental a la hora de comunicar de forma clara y precisa. Marcarse un objetivo, focalizar un pensamiento y pensar en un apoyo ayudará a superar los miedos. Esto unido a la generación de un mensaje agrupado, con ideas estructuradas e información adecuada, logrará el impacto que se busca.
Hace mucho tiempo que la oratoria dejó de formar parte de determinadas profesiones como la docencia o la política. El arte de hablar con elocuencia va hoy en día más allá. En los colegios y las empresas cada vez es más común la exposición de proyectos y trabajos. Pero ¿se ha enseñado a hablar en público?
El primer reto de ‘Aprendemos juntos’, programa educativo de BBVA en colaboración de El País y Santillana, enseña a los niños a hablar en público. ¿Qué sucede cuando hay que enfrentarse, por ejemplo, a un auditorio? Tensión, sudor, palpitaciones… el miedo escénico puede apoderarse de cualquiera, evitando que lo que se quiere contar llegue al público.
La psicóloga, Violeta Esteban Pons, que participa en esta exitosa iniciativa del Banco, da las claves para poder superar los miedos.
Primero: establecer el objetivo. Un objetivo que nunca debe ser el solventar los miedos sino centrarse en qué hay que comunicar y cómo se puede comunicar para quien realice el discurso se sienta cómodo.
Segundo: detectar cómo es el miedo que sentimos para poder superarlo. El miedo se detecta en tres niveles: cuerpo, mente y corazón. Para ello, es necesario enfocar el objetivo y saltar el obstáculo de los nervios y los miedos. Cuando los pensamientos boicoteadores empiezan a rondar por la cabeza, lo importante es volver a centrarse en el objetivo preestablecido, eligiendo un pensamiento que realmente convenza a la persona que va a hablar. ¿Por ejemplo? : “Yo puedo hacerlo”.
El obstáculo vinculado al miedo en el corazón se detecta cuando en algún momento se siente inseguridad o soledad. Para superarlo, es fundamental pensar en alguien del entorno en el que la persona se suele apoyar. Sólo con pensar en él o ella, generará una confianza esencial para continuar con nuestro discurso, superando así el tercer obstáculo.
Hablar para que nos escuchen
Una vez que detectados y controlados los miedos, la psicóloga Violeta Esteban Pons señala que hay que elegir muy bien la información, ser precisos y tener claro que no todo lo que se cuenta será retenido. Además se debe tener en cuenta que en la escucha hay tres trampas:
- Escuchar cansa, por lo que hay que hacerlo natural, entretenido.
- Lo que más se recuerda es la última parte de un discurso, la palabra, frase o idea que más se haya repetido, algo que te haya impactado y lo que haya resultado más útil.
- La gente no escucha en neutro: ya dispone de información, ideas…
Para que el público escuche, es esencial ordenar la información de lo general a lo particular a la hora de hablar. Agrupar el contenido y ser preciosos con las palabras hará que el discurso sea recordado.