Arnulfo Rodríguez: "La disciplina en el gasto público permitirá alcanzar metas fiscales en 2018"
El cumplimiento de la meta de 0.8% del PIB para el superávit primario en 2018 requiere mantener una firme disciplina sobre el gasto público. Arnulfo Rodríguez Hernández, economista principal de BBVA Bancomer, señala que de acuerdo con la información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de México “se prevé que los ingresos presupuestarios aprobados para 2018 mostrarán una caída anual real de 7.8% con respecto a los ingresos presupuestarios observados en 2017".
En relación a los ingresos tributarios para 2018, se anticipa una contracción anual real de 1.1%. Si bien se estima un incremento anual real de 1.5% para los ingresos petroleros y de 17.2% para los ingresos de los organismos y empresas públicas, para los ingresos no tributarios se pronostica una disminución de 90.1% en términos anuales reales. Todas estas previsiones son con respecto a los ingresos observados de 2017, puntualiza el economista.
Para Arnulfo Rodríguez, "la significativa contracción en los ingresos no tributarios se debe principalmente a que el gobierno federal no contará en 2018 con un remanente de operación del Banco de México tan significativo como el registrado el año pasado”.
El gobierno federal no contará en 2018 con un remanente de operación del Banco de México tan significativo como el registrado el año pasado"
En lo referente al gasto neto total, se anticipa una caída de 3.3% a tasa anual real con respecto al gasto ejercido en 2017. Sin embargo, sería deseable que la consolidación fiscal se hubiera concentrado más en recortes al gasto corriente y mucho menos en reducciones al gasto de inversión, ya que se estima que el gasto corriente presentará una contracción anual real de 1.5% mientras que el gasto de inversión disminuirá en 22.5% en términos anuales reales.
En opinión de Rodríguez, “para continuar con el fortalecimiento de las finanzas públicas y eventualmente contar con la posibilidad de recurrir a una política fiscal anticíclica para contrarrestar coyunturas económicas adversas, la siguiente administración pública federal tendrá que redoblar los esfuerzos de consolidación fiscal para lograr superávits primarios y bajar la deuda pública como porcentaje del PIB en los próximos seis años.”