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Jubilación 19 nov 2019

Dime en qué comunidad vives y te diré qué pensión tienes

El sistema de pensiones contributivas que existe en España es de base territorial estatal, es decir, aplica una normativa homogénea en todo el territorio nacional ordenando sus recursos con criterios técnicos, no territoriales. Sin embargo, la distribución territorial de los flujos de cotizantes y pensiones que se observa en las distintas comunidades autónomas y las características de sus sistemas productivos son fuertemente asimétricas, como demuestra un informe elaborado por José Antonio Herce, presidente del Foro de Expertos del Instituto BBVA de Pensiones.

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Entre estas asimetrías, existen contrastes como el del caso de la pensión media del Régimen  General en Euskadi, que es un 44,3% mayor que la de Andalucía. Las principales causas que provocan esas importantes diferencias en el sistema de pensiones entre las diversas Comunidades Autónomas son los respectivos balances demográficos, el funcionamiento del mercado de trabajo y la productividad de los trabajadores.

Actualmente, la demografía española muestra un intenso y general envejecimiento en gran parte de las comunidades, un hecho que afecta directamente al sistema de pensiones, pues los pensionistas cada vez más longevos necesitan durante más tiempo su pensión, la cual es respaldada por cada vez menos cotizantes, como se refleja en esta infografía.

Según el estudio realizado por José Antonio Herce, las regiones con mayor porcentaje de población pensionista son las de Asturias, Castilla y León y Galicia, lo que significa que si estas regiones tuvieran sistemas de pensiones de reparto independientes, estarían muy lejos de poseer una base demográfica que garantizase la sostenibilidad de dichos sistemas. Mientras tanto, las comunidades que tienen una proporción menor de pensionistas son Canarias y Murcia, o Madrid, así como las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

En cuanto a la cotización media, ésta depende de la productividad media aparente del trabajo de cada región, lo que, a su vez, incide decisivamente en los salarios medios, las bases de cotización medias y las cotizaciones efectivamente pagadas por el trabajador medio, tal como establece el análisis del Instituto BBVA de Pensiones.

En las comunidades más ricas, como el País Vasco, Madrid, Cataluña o Navarra, se realizan las cotizaciones medias más elevadas, así como se perciben las pensiones más elevadas, y en esta última categoría se debe de tener en cuenta también a Asturias, dado su pasado minero e industrial. En cambio, Murcia, Extremadura y Galicia, se muestra en el informe son las regiones con menores salarios medios.

La importancia de la solidaridad territorial

Tal y como señala José Antonio Herce, “la dispersión territorial de los indicadores demográficos, económicos y de pensiones que se observa en las CC. AA. es muy relevante”. Por tanto, una cierta forma de solidaridad entre regiones, a la hora de asegurar el pago puntual de todas las pensiones, actúa como pilar para la sostenibilidad del sistema.

Gracias a los complementos de mínimos y a los topes de la pensión máxima, el sistema español de pensiones incorpora naturalmente elementos genuinos de solidaridad, los cuales se concentran a favor de los trabajadores que tienen carreras más cortas y con menor densidad de cotización por haber trabajado menos años, haber cotizado por bases reducidas o mínimas o ambas.

Pero con el fin de suplir las desigualdades demográficas (afiliados por pensión, de hecho) entre comunidades, interviene un cierto tipo de solidaridad territorial basada en la redistribución de cotizaciones en virtud de la cual las regiones rejuvenecidas financian a las envejecidas.

En el informe se menciona el caso de Baleares, región con 2,6 afiliados por pensión, en la que los pensionistas perciben pensiones calculadas con exactamente las mismas reglas que en el resto, y que, gracias a esa capacidad del sistema estatal para repartir los recursos, “financia con sus excedentes de cotizaciones las pensiones pagadas en Asturias, donde apenas hay un cotizante por cada pensión”.

Sin embargo, por mucho que actúen las palancas redistributivas que posee el sistema español de pensiones, aquellas no pueden compensar totalmente la insuficiencia creciente de la aportación de los contribuyentes, la cual afecta ya a un porcentaje no despreciable del montante de las pensiones.

Del análisis realizado en este informe, sin embargo, debe quedar claro que el sistema español de pensiones de la Seguridad Social no practica ningún tipo de discriminación territorial, y que su naturaleza estatal, dado su método financiero del reparto, garantiza que los excedentes de cotizaciones de unas regiones sirvan instantáneamente para financiar (aunque solo en parte) los déficits de otras.