El día que la selección peruana humilló a Hitler
¿Leyenda o verdad? La historia de los olímpicos de Berlín forma parte de la memoria deportiva del Perú. La selección peruana de fútbol, liderada por el gran Lolo Fernández, derrotó a Austria y provocó una inesperada reacción de la FIFA que, según la mayoría de crónicas locales, fue motivada en realidad por el líder nazi Adolfo Hitler.
El escritor uruguayo Eduardo Galeano siempre se sintió atraído por lo que calificó como “la historia de dignidad” de la selección olímpica peruana de fútbol en los Juegos Olímpicos de Berlín 36. En más de una oportunidad, Galeano se refirió a cómo el seleccionado peruano derrotó a Austria y cómo las autoridades olímpicas dispusieron arbitrariamente la repetición del partido porque no podían permitir que un combinado mestizo derrotara a un equipo ario en pleno apogeo del nazismo. Este fallo motivó el retiro de la delegación peruana de Berlín 36.
"Siempre le pregunto a los amigos peruanos por qué no se difunde esto en las escuelas", comentó el desaparecido Galeano en una entrevista televisiva en 2012, y agregó: "Deben decir a sus niños: nosotros pertenecemos a un país que humilló a Hitler".
Esta fabulosa historia no es ajena para ningún peruano, pero ha sufrido modificaciones a lo largo del tiempo. El torneo de fútbol de los Juegos Olímpicos de Berlín se disputó entre el 3 y el 15 de agosto y contó con la presencia de 16 seleccionados, que jugaron bajo la modalidad de eliminación directa.
El 8 de agosto de 1936 en el estadio Hertha BSC Platz se jugó el partido entre Austria y Perú, que en primera ronda había goleado 7-3 a Finlandia con cinco goles de Lolo Fernández, quien era la principal figura de aquel equipo, junto a Alejandro 'Manguera' Villanueva y el 'Mago' Valdivieso, mientras que también asistió el once completo del Sport Boys del Callao.
Tras ir perdiendo 2-0, los peruanos lograron empatar a los austriacos en los últimos 15 minutos del partido y forzaron así una definición en tiempo extra. El seleccionado peruano marcó cinco goles durante el tiempo adicional y, aunque el árbitro Khristiansen anuló tres tantos, no pudo impedir el triunfo sudamericano por 4-2 y el pase a semifinales.
Austria reclamó, los dirigentes peruanos llegaron tarde a la reunión para ofrecer su descargo y la FIFA decidió anular el partido, ordenando que se repitiera a puerta cerrada. El reclamo se basó en que un grupo de aficionados peruanos invadió el terreno de juego, impidiendo que el encuentro transcurra con normalidad y agrediendo a un futbolista europeo (osadía que hoy parece improbable en aquella época). En Perú la versión más difundida decía que los austriacos reclamaron porque la cancha no cumplía con las medidas reglamentarias y era muy pequeña.
Al final, el fallo provocó que, como señal de protesta, la delegación de Perú en pleno se retirara de los Juegos Olímpicos de Berlín 36 a pedido del presidente peruano, el general Oscar R. Benavides. También se retiró Colombia como muestra de solidaridad. El jueves 17 de setiembre de 1936 los futbolistas peruanos fueron recibidos como héroes en el puerto del Callao a su arribo a la capital.
A mediados de los años 40 esta historia sumó un nuevo elemento que la engrandeció. Cuando el nazismo fue derrotado en la II Guerra Mundial, surgió la versión de que el triunfo peruano ante los austriacos fue saboteado realmente por Adolfo Hitler, quien, enterado del resultado, no podía permitir que en los juegos organizados para demostrar la superioridad de la raza aria un equipo compuesto en su mayoría por negros y mestizos le ganara al poderoso Wunderteam de Austria, su patria.
Se comentó que este partido ahondó la humillación que había sufrido cuando el corredor negro Jesse Owens venció en las pruebas de velocidad a los atletas alemanes, así que presionó a las autoridades olímpicas para que ordenaran que el Perú vs Austria se juegue nuevamente con un campo rodeado por efectivos de la policía alemana y con las tribunas vacías.
Esta es la historia que, con matices más o matices menos, se cuenta en el Perú desde los últimos 70 años. Después han aparecido investigaciones que refuerzan la posición austriaca de que hubo una invasión de hinchas peruanos. Una contradicción en esta versión oficial es que el reclamo austriaco detalla que las agresiones se dieron entre el final del tiempo reglamentario y el inicio del suplementario. No obstante esta situación, el equipo europeo decidió jugar el tiempo extra.
En resumen, parece que lo que pasó en Berlín 36 depende en gran parte en cómo se cuenta en Europa y cómo en América, pero, al margen de estas controversias, lo que queda claro es que la historia y la leyenda comienzan en el mismo punto, y luego se dividen, se cruzan y se transforman.
Más allá de la precisión o imprecisión de los relatos del despojo y la intervención de Hitler, los hechos demuestran que la FIFA dispuso la repetición del partido ganado por Perú y que los peruanos, en contra del fallo, se retiraron de los Juegos Olímpicos de Berlín 36.
Así es como lo relataba Eduardo Galeano: “Hitler estaba frente al palco, en el sitial de privilegio del estadio en el partido entre Perú y Austria. Perú ganó 4-2 a pesar de que el árbitro, para quitarle disgustos al Führer, anuló tres goles peruanos. Los dirigentes de la época, la FIFA y el Comité Olímpico se reunieron esa misma noche y anularon el partido. La delegación peruana, ejemplo de dignidad, se retiró de la competencia”.