Día Internacional de la Juventud: Cuando la educación superior deja de ser un privilegio
Nervios, inseguridad, incertidumbre, emoción… El primer día de universidad no es fácil de olvidar: “Es el primer acercamiento a la profesión a la que te vas a dedicar el resto de tu vida”, cuenta Karen Sarmiento, estudiante de Economía. Como ella, otras cuatro jóvenes están más cerca de cumplir su sueño profesional gracias a la beca ‘Transformando realidades’ de BBVA Colombia y Bancamía, entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA. Mientras ellas ya han superado el primer semestre con éxito, en las próximas semanas se abrirá una nueva convocatoria para seguir apoyando el desarrollo de la siguiente generación.
“Debido a que en nuestro país las oportunidades son pocas y muchas personas sobreviven con lo básico, la educación pasa de ser un derecho a convertirse en un privilegio”, asegura Alejandra Buitrago, estudiante de Veterinaria en Medellín. Ese privilegio está sujeto a mucho más que a los recursos económicos: en tiempos de pandemia, la virtualidad pone en jaque a las zonas remotas, en las que la cobertura o el ancho de banda dificulta, todavía más, el acceso a la educación.
Pero si de algo saben estas cinco becadas, hijas de emprendedores a los que atiende Bancamía, es de cómo superar los obstáculos. Para Karen, no fue fácil encontrar un lugar para conectarse a internet; lo consiguió recurriendo a amigos y hasta a la misma alcaldía. Aun así, pasó el primer mes de universidad yendo y viniendo de la ciudad, poniendo en riesgo incluso su salud, hasta que consiguió tener conexión en su casa, aunque no fuera del todo estable.
Kelly Zapata, estudiante de Diseño, también cree que tanto las clases online como los métodos de enseñanza fueron un reto pero la actitud, dice, lo puede todo: “Aprender es cuestión de disposición y una pantalla no te limita”. Pero el camino no es fácil: “Muchas veces lloré de cansancio y preocupación, pero también de alegría”. La misma alegría con la que Vanessa González, que estudia Negocios Internacionales, ha superado el primer semestre de la carrera, rodeada de personas que la apoyan, la acompañan y la animan a seguir esforzándose para cumplir metas: “Este es un momento crucial en mi vida”, afirma.
Y ese es precisamente el sentimiento que comparten las cinco becadas por BBVA Colombia y Bancamía, conscientes de que en su mano está continuar el legado de sus familias y cambiar el futuro de los que las rodean: “Si los jóvenes tienen un mayor acceso a la educación superior, podremos construir una sociedad diferente”, dice Dayana Montenegro, matriculada en Psicología.
Este artículo, que conmemora el Día Internacional de la Juventud, podría acabar de muchas maneras: enumerando los retos a los que se enfrentan los jóvenes en todo el mundo, como el desempleo, la precariedad o la brecha digital; enunciando una a una las causas que les mueven, como la desigualdad o el cambio climático; o recordando el papel tan fundamental que juegan en el desarrollo sostenible, por su implicación y su capacidad de liderazgo.
Pero todo lo anterior se refleja en cinco nombres: Karen, Dayana, Vanessa, Kelly y Alejandra. Cinco jóvenes colombianas, que coinciden en la necesidad de que más entidades, públicas o privadas, apoyen iniciativas como las becas que consiguieron hace ya casi un año, en plena pandemia. “Muchos jóvenes de este país merecen oportunidades como esta”, afirma Karen, que añade: “Se está levantando una juventud con grandes ideas y sueños, con ganas de luchar por salir adelante y de estudiar una carrera o de emprender, de transformar su realidad y de luchar por eso que los llena y los motiva”.