'Design thinking' o cómo fomentar la innovación en las empresas sociales
El ‘design thinking’ es una metodología que desarrolla la creatividad y fomenta la innovación para resolver problemas y satisfacer las necesidades de las personas de una forma viable. Su influencia ha llegado a las empresas sociales que la utilizan para mejorar sus resultados y aumentar su impacto.
BBVA Momentum, el programa de apoyo al emprendimiento social de BBVA, ha incluido talleres presenciales de ‘design thinking’, en la formación que ofrece a sus participantes, donde se exprime al máximo la creatividad de los profesionales con el objetivo de encontrar soluciones eficaces a los retos que se les plantean. La metodología ‘design thinking’ encaja a la perfección con el espíritu de estas empresas sociales, ya que está basado en valores como la empatía, la creatividad o la igualdad.
Soluciones “desde abajo”
Según un artículo de Tim Brown, CEO de la compañía global de diseño IDEO y Jocelyn Wyatt del Departamento de Innovación Social de dicha empresa, publicado por Stanford Social Innovation Review (SSIR), este método, “permite que las soluciones de alto impacto broten desde abajo en lugar de ser impuestas desde la parte superior”. Para los dos expertos, el ‘design thinking’ funciona entre las empresas sociales porque es una forma de trabajar profundamente humana: “Nadie quiere dirigir una organización basada en sentimientos, intuición o inspiración, pero una excesiva dependencia de lo racional y lo analítico puede ser igual de arriesgado. El ‘design thinking’, con su enfoque integrado en el núcleo del proceso de diseño, proporciona una tercera vía”.
Las sesiones de trabajo basadas en esta metodología’ son imprevisibles y pueden conducir a múltiples ideas y soluciones, pero todas se basan en este esquema que ordena y dirige todo el proceso, siempre dejando espacio para la flexibilidad.
- Empatizar: Antes de empezar a lanzar ideas, se recomienda hacer el ejercicio de ponerse en los zapatos del cliente, para pensar soluciones que sean consecuentes con su problemática.
- Definir: En esta fase hay que cribar la información que se ha recogido durante la etapa anterior, para identificar los problemas que se quieran solucionar.
- Lanzar ideas: Los participantes verbalizan posibles soluciones, sin quedarse con la primera idea que se les ocurra. Se favorece la expansión del pensamiento, la originalidad e incluso, la excentricidad. Muchas veces, han surgido proyectos revolucionarios de una ocurrencia que puede parecer absurda.
- Prototipar: construir un prototipo hace que la idea tome forma y se visualicen mejor las soluciones.
- Testear: llega el momento de la verdad, el de probar los prototipos con los usuarios a los que van dirigidos. Esta es la fase crucial del proceso, la que ayuda a identificar mejoras, fallos a resolver y posibles carencias. En esta fase, la idea irá evolucionando hasta convertirse en la solución definitiva.
A lo largo y ancho del mundo, los emprendedores sociales están poniendo en marcha soluciones creativas que dan respuesta a retos sociales y medioambientales, muchas veces sin los recursos suficientes o improvisando según vanapareciendo los problemas. El ‘design thinking’ supone recrear esta actitud proactiva en un entorno controlado, donde se pueden lanzar ideas y experimentar sin miedo. El fracaso, al ocurrir en una etapa temprana y sin consecuencias para los usuarios, se convierte en una fuente de aprendizaje. Como dijo Yasmina Zaidman, directora de Comunicaciones y Alianzas Estratégicas de Acumen: “El ‘design thinking’ es un factor de éxito real para servir a la base de la pirámide económica".