Derek White: “Los clientes deben ser los ganadores en el Juego de los Datos”
El responsable global de Client Solutions de BBVA, Derek White, ha participado en la conferencia MoneyLive en Madrid, donde ha recalcado la importancia crucial de que los usuarios ganen el ‘Juego de los Datos’.
Haciendo un guiño a la exitosa serie de la cadena HBO, ‘Juego de Tronos’, Derek White comparó la batalla que está teniendo lugar en torno a los datos de los clientes con las que tienen lugar en la ficticia tierra de Westeros.
Durante su participación en el evento MoneyLive Spring, el responsable global de Client Solutions ha explicado que el principal reto actual radica en cómo las empresas usan los datos y, más importante aún, en la necesidad de comprender que los datos pertenecen a los clientes, y no a la compañía que los almacena.
White, responsable del avance de la estrategia de transformación digital de BBVA, apuntó cómo hoy algunas grandes empresas tecnológicas tienden a hacer acopio de los datos generados por sus clientes, de forma que ellos son los únicos que pueden sacar partido del valor que estos datos crean.
Esto, bromeó el responsable, podría verse como una analogía con la forma en que las grandes casas en guerra de ‘Juego de tronos’ tratan de tomar el control de los recursos en sus tierras para garantizar su victoria frente al resto de adversarios.
"Es necesario comprender que los datos pertenecen a los clientes, y no a la compañía que los almacena"
Para White, no obstante, el asunto reviste de mayor complejidad pues aunque a menudo se dice que los datos son el nuevo petróleo, en realidad, son mucho más valiosos. Al contrario que el combustible, los datos no tienen un valor intrínseco, sino que su valor deriva de lo que se haga con ellos y del conocimiento que generan. Además, los datos pueden ser usados una y otra vez, al mismo tiempo y por diferentes compañías, sin que su valor potencial disminuya.
“No me entendáis mal. Tenemos grandes alianzas con muchas ‘big tech’, y admiramos enormemente su foco en aspectos como la experiencia de usuario, la personalización para los clientes y cómo están haciendo desaparecer cada vez más las fronteras entre diferentes industrias. No estoy diciendo que sean como los sanguinarios Lannister o como la Madre de los Dragones”, añadió.
“Pero el problema para nosotros está en que, en ocasiones, tratan los datos que recogen como si fuesen de su propiedad, y no creemos que esto sea correcto. Tan solo porque los recolectes, no quiere decir que puedas usarlos de la manera que quieras y de forma que solo tú puedas extraer valor de ellos”.
Un ecosistema asimétrico
Según explicó White, el actual ecosistema de datos está marcado por una “asimetría” que puede suponer una potencial amenaza para la innovación, marcada por la presencia de grandes empresas monolíticas de gran escala que cuentan con “gigantescas redes de datos que crecen a un ritmo exponencial”.
“Cuanto más grandes son determinadas compañías, más fácil es para ellas absorber a otras pequeñas empresas o dejarlas fuera del negocio”, añadió. “Y cuantos menos negocios haya, menos competición habrá que empuje la innovación y por tanto menos nuevas ideas, productos y servicios llegarán a buen término. Esa es la amenaza”, señaló.
“Los datos son de los clientes y éstos deberían ser capaces de compartirlos de manera segura con quien elijan"
En este sentido, White remarcó que existen cuatro tipos de negocios distintos: en primer lugar, los que recogen datos porque tienen que hacerlo, pero que trabajan de forma ‘offline’, sin usar los datos de forma efectiva y ni siquiera procesarlos por lo que dejan que se pierdan en el almacenamiento.
En segundo lugar, están las empresas que recolectan datos y los procesan pero los dejan en sus propios “lagos de datos” sin extraer ningún valor de ellos.
En tercer lugar, están las grandes compañías tradicionales, que recolectan grandes cantidades de datos pero solo permiten que sean procesados a través de sus propios canales controlados y extraen los beneficios derivados de su valor sin compartirlo con otros.
Finalmente, destacó White, existe una cuarta opción: “En BBVA creemos en un enfoque diferente, como hemos demostrado abriendo nuestras APIs desde hace tiempo”.
“Creemos que los datos son de los clientes y éstos deberían ser capaces de compartirlos de manera segura con quien elijan para extraer el mejor valor de ellos. Nuestro deber es trabajar con estos datos para ofrecer los mejores servicios, pero en el caso de que no les estemos ofreciendo lo que buscan, nuestros clientes deben tener la opción de compartirlos de la forma que mejor que les convenga”, concluyó.
“También estamos convencidos de que el mundo necesita un cambio para que todos los datos –tanto financieros como no financieros–, puedan ser compartidos de forma que la era digital realmente brinde oportunidades para todos”.