Déficit público en España: previsiones y retos de futuro
El déficit de las Administraciones Públicas en 2018 fue del 2,5% del PIB, lo que supone un incumplimiento del Objetivo de Estabilidad Presupuestaria (2,2%) y apunta que la reducción del déficit fue exclusivamente cíclica. Teniendo en cuenta que lo anterior confirma el tono expansivo de la política fiscal, Virginia Pou, de BBVA Research, explica las previsiones y retos futuros.
¿Cuáles son nuestras previsiones para 2019 y 2020?
El ciclo seguirá corrigiendo el déficit. Básicamente porque este impulsará los ingresos y la recaudación impositiva y el gasto se ajustará ligeramente por un efecto del crecimiento del PIB nominal. De esta forma, el déficit llegará al 2,2% en 2019 y al 1,9% en 2020, lo que supone un nuevo incumplimiento de los objetivos de estabilidad (del 1,3% y el 0,3% respectivamente) y pone de manifiesto que los objetivos son bastante exigentes o poco realistas.
¿Cómo son las previsiones del Gobierno?
En la reciente actualización del programa de estabilidad y crecimiento, el gobierno ha presentado una flexibilización en la senda de ajuste del déficit, manteniendo la dinámica expansiva de los años anteriores. Así, para 2019, el gobierno presenta un escenario de prórroga presupuestaria igual al de BBVA Research con lo cual, la meta del 2,1% del PIB es alcanzable y, sin embargo, de 2020 en adelante, el gobierno ha incluido todo el paquete de medidas que ya había incluido en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado que presentó para este año. En este sentido, si tenemos en cuenta el impacto de estas medidas en el escenario de BBVA Research, todavía el déficit quedaría por encima de la meta del 1,1% del PIB que plantea el gobierno.
¿Cuáles son los retos a medio plazo?
España, con un déficit por debajo del 3%, debería salir del protocolo de déficit excesivo, pero como tiene un elevado nivel de deuda cercano al 100% permanecerá bajo lo que se denomina ‘vigilancia reforzada’. Esto implica que tiene que hacer un ritmo de ajuste estructural de casi 7 décimas del PIB, lo cual queda muy lejos del escenario planteado tanto por el gobierno como por BBVA Research.